La deuda per cápita promedio de los estados y municipios del país se triplicó en los últimos 11 años, aunque en algunas entidades la situación se acentuó más que en otras, según revelan datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
La dependencia indica que las 31 entidades federativas y el Distrito Federal acumularon pasivos por 316 mil 704 millones de pesos al primer semestre de 2011, lo que equivalió a pasivos de 2 mil 819 pesos por persona.
Al cierre de 2000 la situación era menos compleja, pues la deuda estatal no rebasaba 100 mil millones de pesos y para entonces la aportación por persona erade 930 pesos.
En ese año, sólo siete entidades federativas tenían un nivel de endeudamiento por persona por arriba del promedio nacional, que eran DF, Nuevo León, Sonora, Estado de México, Baja California Sur, Querétaro y Sinaloa.
Hace 11 años las obligaciones financieras más altas por persona eran en el Distrito Federal, con una deuda per cápita de 3 mil 300 pesos, seguida de Nuevo León, con 2 mil 300 y Sonora, con 2 mil 200. Por arriba de mil 500 pesos por habitante se ubicó el Estado de México.
Ahora, a junio de 2011, fueron 11 entidades que reportaron un nivel de endeudamiento por habitante superior al promedio nacional.
La lista la encabezó Nuevo León, quien ascendió un peldaño luego de ser la segunda entidad más endeuda per capita en 2000.
Le siguieron Quintana Roo, Distrito Federal, Sonora, Chihuahua, Nayarit, Michoacán, Coahuila, Baja California, Jalisco y Baja California.
Sobresaltos de la crisis mundial
Las cifras de la SHCP evidencian que algunas entidades incurrieron a los instrumentos de deuda para enfrentar la complejidad económica que resultó de la crisis financiera mundial durante 2008 y 2009; por lo que el motor del alza en los pasivos se gestó en esos años, incluso en 2010, año de arranque de la recuperación en la actividad productiva.
Los montos de deuda que se dispararon entre 2008, 2009 y 2010 fueron en entidades como Baja California, Baja California Sur, Coahuila, Chihuahua, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Morelos, Nayarit, Nuevo León, Querétaro, San Luis Potosí y Yucatán.
En 2007 la deuda estatal era de 186 mil 470 millones de pesos y en los tres años subsecuentes pasó a 203 mil, 252 mil 150 millones de pesos y 314 mil 600 millones.
Heredan pasivos
Oaxaca, Puebla y Veracruz fueron tres entidades que tuvieron elecciones estatales el año pasado y que dejaron deudas elevadas para los sucesores al cargo en el gobierno de dichas entidades.
En el caso de Oaxaca, la deuda era de poco más de 550 millones de pesos en 2004, mientras que para 2010, el gobierno de Ulises Ruiz dejó pasivos por 4 mil 600 millones, es decir, ocho veces mayor.
Durante el mandato del gobernador de Puebla, Mario Marín, la deuda de esa entidad pasó de 3 mil millones de pesos en 2005 a 9 mil 100 millones a 2010, lo que significó que la hizo tres veces más lata en su gestión.
Finalmente, en Veracruz, el gobierno de Fidel Herrera, tomó el cargo de la entidad con pasivos que ascendían a 3 mil 529 millones de pesos en 2004, para dejar el puesto al frente de la entidad con un adeudo por 21 mil 500 millones, es decir, seis veces mayor.
El actual gobierno de Coahuila concluirá gestión el próximo 30 de noviembre; sin embargo, heredará una fuerte deuda, pues de iniciar con 323 millones de pesos en 2005, al primer semestre de 2011 asciende a 8 mil 451 millones; sin embargo, esta asciende a más de 33 mil millones, por aquella que no se encuentra registrada ante la SHCP.
Milenio