Enrique Peña Nieto: Estado y empresarios debemos ser aliados

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A partir del 1 de diciembre tendré la honrosa responsabilidad de sumar los esfuerzos de la sociedad para dirigir el rumbo de México hacia un futuro mejor.

 

En este objetivo, el papel que habrán de jugar los empresarios mexicanos es fundamental. Nuestras empresas, pero sobre todo quienes están a cargo de ellas, serán protagonistas en la construcción del país que queremos y podemos ser.

Como presidente de México me comprometo a trabajar en estrecha colaboración con ustedes. Quiero que formemos un binomio con futuro, con el propósito de hacer de nuestra nación un terreno fértil para el crecimiento, la competencia, la innovación, la oportunidad de emprender y generar riqueza.

Las condiciones están dadas para acelerar nuestro desarrollo. Las previsiones de los principales analistas y de las más influyentes calificadoras colocan a México como una de las economías emergentes con mayor potencial para los siguientes años. Muchos hablan de las fortalezas de nuestro país.

Estas predicciones son muy alentadoras y hablan de que un futuro promisorio es posible si avanzamos con paso firme y en la dirección correcta.

Estoy convencido de que si realizamos nuestra tarea, con la participación activa de los empresarios, podremos incluso superar estas proyecciones y convertir a México en uno de los países más equitativos y prósperos.

Un país con marcos legales e institucionales frágiles, víctima de la corrupción o presa de la opacidad, es un país de baja competitividad, con pocas oportunidades de crecimiento y con un panorama adverso para los negocios.

Por ello, una de las prioridades del próximo gobierno será la creación de la Comisión Nacional Anticorrupción y la ampliación de las capacidades del Instituto Federal de Acceso a la Información y la Protección de Datos, para que tenga facultades sobre todos los poderes públicos federales y pueda ser última instancia de revisión en materia de transparencia estatal y municipal.

En lo económico, impulsaré una reforma hacendaria integral que promueva un mejor gasto público, impuestos justos y una mayor recaudación.

Promoveré una reforma energética para hacer de Pemex una empresa altamente competitiva, permitiendo mayor inversión privada y preservando la propiedad estatal a fin de detonar la inversión en el país. También buscaré una reforma laboral que impulse la generación de empleos y mercados más flexibles y ágiles, a la vez que preserve y fortalezca los derechos de los trabajadores.

Impulsaré una reforma que lleve a la creación de un sistema de seguridad social universal. Esta red de bienestar básico para todos los mexicanos contribuirá a la equidad social y a la formalidad de nuestra economía.

Fomentaré un plan estratégico de infraestructura que reduzca los costos del transporte para todos los mexicanos y apoyaré la incursión de empresas mexicanas en nuevos y diversos mercados internacionales.

Reconozco la importante labor de los empresarios mexicanos en el proyecto de modernización que habré de encabezar. Valoro su participación en el impulso de las reformas estructurales que el México del siglo XXI necesita.

Trabajaré decididamente para facilitar la labor a los empresarios e industriales. El Estado y la iniciativa privada deben ser aliados.

Agencias