El cuerpo de uno de los cuatro mineros atrapados a 150 metros de profundidad fue localizado el sábado, informó el subsecretario de Desarrollo Minero, Jorge Espinosa.
En diálogo telefónico con AP, Espinosa señaló que “seguiremos con las labores de rescate… estamos dirigiéndonos a la zona donde se encontrarían los otros mineros y tenemos la esperanza de encontrarlos con vida”.
Aclaró que la sonda electrónica con la que se buscaba establecer contacto aún no ha sido instalada, por lo que aún no ha sido posible establecer ningún tipo de contacto con los otros trabajadores aislados.
El percance se produjo la madrugada del viernes en el túnel del quinto nivel de una mina de oro cerca de la ciudad de Portovelo, a uno 400 kilómetros al suroeste de la capital. Se presume que una filtración de agua debilitó la estructura y generó el derrumbe.
Marco Reinoso, coordinador provincial de la Secretaría de Gestión de Riesgos, había dicho antes que tenían esperanzas de encontrarlos vivos a todos. “Se estima que existe el aire suficiente para que ellos puedan permanecer hasta tres días en la zona”, explicó.
“Trabajamos con toda la celeridad del caso”, agregó.
El presidente Rafael Correa en su programa radial sabatino expresó su solidaridad con los familiares de los obreros y su esperanza de encontrarlos con vida.
Al menos 100 personas trabajan por turnos para rescatar a los mineros.
Juan Cando, presidente de la compañía Mine Sadco, donde se produjo el accidente, indicó que una de las estrategias de rescate consiste en el “franqueamiento de una galería de entre ocho y diez metros”, es decir la apertura de un túnel transversal para ingresar al nivel donde se encontrarían los trabajadores, explicó un comunicado del Ministerio de Recursos Naturales No Renovables.
Agregó que la segunda estrategia que se ejecuta simultáneamente es la de “avanzar de manera horizontal por el nivel seis, limpiando el material desprendido” que aisló a los obreros. En este caso existe el riesgo de nuevos desprendimientos.