Diana Mendez
El zócalo de la ciudad, frente al Palacio de Gobierno, se convirtió ayer en un espacio de memoria y resistencia. Decenas de personas se congregaron con velas encendidas en un acto simbólico de solidaridad con las víctimas de desaparición forzada en Teuchitlán, Jalisco, donde recientemente fueron encontrados los restos de más de 400 personas en fosas clandestinas.
La convocatoria, impulsada por colectivos de familiares de desaparecidos y organizaciones civiles, se realizó bajo el lema “Por cada uno de nuestros desaparecidos”, con la intención de visibilizar el dolor que atraviesa no solo Jalisco, sino todo el país.
“El dolor de Teuchitlán es nuestro dolor. La desaparición forzada no es un hecho aislado, es una epidemia que azota a Oaxaca y a todo México”, expresó una de las manifestantes, quien portaba un cartel con los nombres de personas desaparecidas en la entidad.
La protesta no solo fue un homenaje a las víctimas, sino también un llamado urgente a las autoridades para fortalecer la búsqueda de desaparecidos y garantizar justicia a sus familias. Las cifras de personas no localizadas en Oaxaca han ido en aumento, y los colectivos insisten en que la impunidad y la falta de acciones efectivas perpetúan la crisis.
“Encendemos una vela para recordar, para exigir justicia y para demostrar que no vamos a olvidar. Nuestros desaparecidos no son cifras, son personas con familias que los siguen esperando”, declaró una integrante del colectivo Oaxaca Sin Miedo.
El acto se desarrolló en un ambiente de respeto y conmoción. Los participantes, en su mayoría familiares de desaparecidos, colocaron fotografías y mensajes en la explanada, mientras coreaban consignas como “¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!”.