Las autoridades de Alemania estiman en más de 10,000 el número de personas susceptibles de haber recibido una inyección de solución salina, en lugar de la vacuna contra el Covid-19, y a las deberá inocularse una nueva dosis.
Hasta ahora se calculaba en unos 8,550 el numero de afectados, pero al revisarse la hoja de servicios de la enfermera que presuntamente manipuló las inyecciones se ha comprobado que había asumido algunos turnos adicionales.
La enfermera, de 40 años, ha admitido haber manipulado algunos frascos e inoculado una solución salina en lugar de la vacuna, pero afirma que se debió a “hechos puntuales” y que en ningún caso fue una acción masiva o por móviles políticos.
Según su abogado, la mujer trató simplemente de compensar con esa solución parte de la vacuna que se le derramó por la rotura accidental de un frasco.
La enfermera está siendo investigada por haber sustituido en al menos seis casos la vacuna por una solución salina en el centro de vacunación de Schortens-Roffhausen, en el estado federado de Baja Sajonia, en el noroeste del país.
Por miedo al despido, la mujer rellenó supuestamente las jeringuillas con las que debía inocular el preparado contra el coronavirus únicamente con solución salina, señala la investigación.
El caso ha desencadenado un escándalo en la región afectada, cuyas autoridades han debido localizar y comunicar a los afectados la necesidad de recibir otra dosis, ya que de otro modo no se puede garantizar que tengan la máxima inmunidad posible.
Forbes