El coordinador general de campaña de la coalición “Compromiso por Oaxaca”, Francisco Ángel Villarreal desmintió las acusaciones que sin fundamento el equipo de campaña de Francisco Reyes Cervantes ha ventilado en los medios de comunicación, y que sólo evidencian la desesperación que prevalece entre la coalición perdedora ante la ventaja irreversible que Javier Villacaña lleva en el conteo voto por voto.
En respuesta al comunicado del segundo lugar de la elección municipal donde acusa a trabajadores cetemistas de violentos, Francisco Ángel Villarreal emplazó a exhibir pruebas que demuestren su dicho, “…porque durante toda la campaña Paco mentiras, solo acusaba sin mostrar pruebas…”.
La prueba mas clara de la intolerancia y actitud facciosa de Paco Mentiras y su equipo de campaña, ocurrió el pasado jueves 11 de julio en la sede del consejo municipal electoral, cuando mandó a Felipe Miguel Concha Hernández y un grupo de mujeres de la tercera edad a interrumpir con gritos la conferencia de prensa de la coalición ganadora PRI –PVEM, dijo.
El funcionario partidista informó que ese día Paco Mentiras también dio conferencia de prensa, hecho que fue respetado por los integrantes de la coalición ganadora “Compromiso por Oaxaca”, mientras que a través de Felipe Concha, séptimo en la planilla perdedora, interrumpió a gritos la del PRI – PVEM.
Responsabilizó a Paco Mentiras de generar odio y violencia entre los capitalinos, prueba de ello es la agresión sufrida por Andrea Villacaña Quevedo a manos de seguidores de Francisco Reyes, hecho denunciado ante la Procuraduría General del Justicia del Estado.
Asimismo, consideró un acto de provocación de Paco Mentiras el instalarse en plantón dentro de su camioneta de lujo, mientras seguidores del candidato ganador respaldaban con su presencia en un marco de fiesta y respeto el triunfo de Javier Villacaña en el computo municipal.
Francisco Ángel Villarreal urgió a Paco Mentiras a recoger los módulos que dejo abandonados en la octava calle de Guerrero, tras conocer su derrota en el cómputo municipal.