Al cierre de la semana epidemiológica número 50 en el año 2011, en la entidad se registraron 10 mil 856 contagios de varicela, en comparación con el 2017, donde se notificaron cuatro mil 47 pacientes, lo que representa una reducción aproximada del 63% en siete años, según cifras de los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO).
Las estadísticas continúan en descenso, informó la Directora de Prevención y Promoción de la Salud, María Pilar Nava Ramírez, al señalar que en la primera semana epidemiológica del 2018 se registraron 42 pacientes, 164 casos menos que en 2011, donde se registraron 206 contagios durante el mismo periodo.
La funcionaria explicó que la varicela es una enfermedad altamente contagiosa y se esparce por las vías respiratorias o por contacto, ocasionando erupciones cutáneas pruriginosas que provocan mucha comezón.
Ésta aparece inicialmente en el tronco y la cara, pero pueden extenderse al resto del cuerpo, convirtiéndose al final en costra (aquí la persona ya no contagia la enfermedad). También afecta mucosas, como la boca o la vagina, y aproximadamente el 10 % de los casos se complican con una neumonía varicelosa,
Explicó que a la fecha, Oaxaca se ubica en el lugar número nueve a nivel nacional, siendo los menores de nueve años el grupo de edad con el mayor número de pacientes, donde las jurisdicciones sanitarias más afectadas son: Valles Centrales, Istmo de Tehuantepec y Mixteca.
Ante ello, indicó que se deben extremar precauciones, principalmente evitar el contacto de un paciente con mujeres embarazadas, ya que si se contrae la varicela durante el primer trimestre de la gestación o a principios del segundo trimestre, existe una pequeña posibilidad que el bebé nazca con un defecto de nacimiento conocido como síndrome de varicela congénita.
Lo anterior ocasiona que el bebé presente atrofia de las extremidades y cicatrices en la piel. En ocasiones se presentan problemas del sistema nervioso central y anomalías en los ojos.
Finalmente, destacó que no se debe administrar ácido acetil-salicílico en caso de presentar fiebre en los pacientes. Asimismo, exhortó a mantener las uñas y las manos de los infantes limpias para impedir que se rasquen y se infecte las lesiones, además de no automedicarse.