En plena pandemia por Covid-19 en 2020 y 2021, el Senado olvidó la austeridad y gastó más de 355 millones de pesos en la remodelación del recinto legislativo.
El monto es 23 millones de pesos más de lo que se erogó en 2018 y 2019, antes del coronavirus. Además, la mayoría de las contrataciones fueron por adjudicación directa.
AÑO | GASTO (mdp) |
2018 (últimos 4 meses) | 11.9 |
2019 | 319.9 |
2020 | 338.6 |
2021 (primeros 2 meses) | 16.9 |
Total | 687.5 |
Los últimos cuatro meses de 2018, el Senado erogó 16 millones 946,845 pesos en trabajos de impermeabilización, cambios de forros y aislamientos térmico en redes hidráulicas y mantenimiento preventivo en equipo hidráulico.
En 2019, el Senado gasto 319 millones 991,678 pesos en la colocación de piso vinílico y alfombra para las instalaciones de la Cámara, reparación de filtraciones, remozamientos y aplicación de pintura ambiental, impermeabilización en la azotea, suministro y actualización tecnológica de las luminarias, mejoramiento del sistema de difusión del aire, fachada de cristal, actualización biométrica del sistema para que los senadores voten y registren su asistencia, así como en la instalación de seis elevadores.
Para 2020, el Senado señaló que gastaría 255 millones de pesos en las remodelaciones, pero esto no fue así. Ese año fue cuando la Cámara alta más erogó en reparaciones y arreglos: 338 millones 644,303 pesos.
Los arreglos que hizo fueron atención y soporte a la pantalla LED que hay en el Salón de Sesiones, mantenimiento a los inmuebles, mantenimiento al sistema de control de iluminación, mantenimiento al equipo de aire acondicionado, colocación de ventanas corredizas en las oficinas y reubicación de accesos.
Para este 2021, hasta el 15 de febrero, el Senado había gastado 16 millones 946 mil 845 pesos en mantenimiento preventivo a los elevadores y escaleras; mantenimiento correctivo a elevadores, y mantenimiento al sistema de iluminación.
Favorecen adjudicaciones directas
Además, que al igual que el gobierno federal, el Senado ha mantenido una tendencia de favorecer las adjudicaciones directas y eliminar las competencias. De las 75 contrataciones que hizo para la remodelación del Senado, 52 fueron hechas bajo adjudicación directa; 9, por invitación restringida, y 14, por licitación pública.
Esto significa que en 69% de las contrataciones que se hicieron para reparaciones, correcciones y remodelación, el Senado otorgó el contrato a un proveedor que fue preseleccionado.
La Constitución, en el artículo 134, y diversas leyes señalan que la licitación pública debe ser la regla y la adjudicación directa y la invitación restringida, deben utilizarse de manera excepcional.
Forbes