El primer ministro de Francia, Edouard Philippe, planea anunciar una suspensión de tres meses al aumento de los impuestos sobre los combustibles para analizar con calma el camino a seguir, dijo este martes un miembro del partido gobernante La República en Marcha.
Esta decisión se produciría en respuesta a las protestas nacionales de los llamados “chalecos amarillos” contra el aumento al impuesto, que estaba programado que comience a regir a partir de enero.
El legislador del partido gobernante dijo que Philippe también anunciará medidas para mitigar los aumentos previstos en los precios de la electricidad y el gas para aligerar la carga sobre las afligidas familias francesas de clase media.
Reunión previa
El primer ministro de Francia se reunió el lunes pasado con los partidos de la oposición mientras el presidente Emmanuel Macron buscaba una forma de neutralizar las protestas en todo el país por el alto costo de vida, que llevaron a incidentes de violencia y vandalismo en París durante el fin de semana.
La llamada revuelta de los “chalecos amarillos” pilló a Macron por sorpresa cuando estalló el 17 de noviembre y supone un enorme reto para el mandatario de 40 años, que intenta superar un desplome en su popularidad por unas reformas económicas consideradas favorecedoras para los ricos.
Los antidisturbios se vieron desbordados el sábado cuando los manifestantes sembraban el caos en los mejores barrios de París, quemando decenas de coches, saqueando tiendas y destrozando casas de lujo y cafeterías en los peores disturbios acontecidos en la capital desde 1968.
El lunes, los manifestantes bloqueaban el acceso a 11 depósitos de combustible pertenecientes a la compañía petrolera Total, y 75 de sus estaciones de servicio se habían quedado sin suministro, dijo un portavoz de la compañía.
El movimiento de los “chalecos amarillos”, cuyos partidarios tienen diversas edades, perfiles profesionales y procedencia regionales, comenzó online como una rebelión improvisada contra el alza del combustible.
Forbes