Al defender su estrategia contra el crimen organizado, el presidente Felipe Calderón dijo que se debe confrontar a los criminales y “no nadar de a muertito” para terminar con la impunidad con la que actuaban en varios estados.
El miércoles pasado la organización Human Rights Watch presentó un informe en el que destacó que la lucha contra el crimen organizado generó violencia y abusos.
Ayer, antes de una comida con empresarios de San Luis Potosí y acompañado del gobernador Fernando Toranzo, Calderón detalló los tres ejes en materia de seguridad que lleva acabo su administración.
“El más complejo es el tema de la seguridad. El primero es confrontar a los criminales, es decir, no nadar de a muertito, como dijo el gobernador Toranzo. Hay que enfrentarlos. Sí, sé que para el gobierno federal sería muy sencillo decir: ‘No, ahí están (los criminales), pero ni me meto. No vayan a…’
“¡Por supuesto que no! Tenemos que ir, enfrentarlos y terminar con esta impunidad cínica con la que estaban actuando en grandes partes del país, y con la siguen actuando en algunos lugares, algunos, incluso, aquí en La Huasteca”, indicó.
Explicó que el segundo eje estratégico es construir nuevas instituciones, pues las actuales no están adaptadas para enfrentar la nueva realidad del país.
“No sé si todavía hay esa tradición aquí, de que los policías no traigan más que tolete. La verdad es que ya no se trata sólo de sacar algún escandaloso de alguna cantina. La verdad es que la criminalidad tiene armas, fuerza, logística, vehículos y tenemos que escalar las capacidades.
“Ya no es, tampoco, aquella vieja cultura —yo jamás la acepté, ni la aceptaré—, de que hubiera una corrupción tolerable. Que la mordida al agente de tránsito, al tamarindo, como les decíamos en mis tiempos. Y ya.
“Ahora sí hay una autoridad policiaca sobornada termina siendo una autoridad criminal, la que detiene, por ejemplo, a gente inocente y la pone en manos de criminales. Y eso ha ocurrido en muchas partes, como los pobres muchachos que fueron de cacería a Zacatecas y los levantaron unos policías. Y a los migrantes de San Fernando, los levantaron unos policías”.
Por ello, dijo, es necesario “pasar báscula”, es decir, aplicar controles de confianza, incluidos exámenes toxicológicos, psicológicos, socioeconómicos y de polígrafo o detector de mentiras para saber si alguien está ligado a criminales.
Calderón mencionó que el más importante es el tercer eje estratégico, que tiene que ver con la reconstrucción del tejido social, para lo cual se trabaja en educación, espacios de esparcimiento y oportunidades de trabajo.
“Tenemos un gran problema, sí. Sin embargo, puedo asegurarles que estamos en la ruta que se necesita. Una estrategia integral, comprensiva, que abarca no sólo los aspectos de confrontación de la criminalidad, sino los reconstrucción de instituciones y de restitución del tejido social, que son los importantes”, manifestó.
Sé muy bien que hay problemas muy delicados, principalmente en Tamaulipas, Veracruz e Hidalgo, dijo. “Necesitamos confrontar a los criminales, necesitamos decirles con hechos que las calles son nuestras, que las carreteras son nuestras, que los caminos vecinales son nuestros y que la autoridad es nuestra”.
Milenio