Entre 2013 y 2014, el grupo de documentoscopía y grafoscopía de la Secretaría de Educación Pública detectó mil 500 títulos falsos presentados ante la Dirección General de Profesiones de la dependencia.
Jaime Hugo Talancón, director general, alertó que incluso hay una red de páginas en internet que ofrecen falsificar toda clase de documentos públicos.
Las irregularidades primordiales que denunció el organismo son la falsificación de certificados académicos —especialmente de secundaria y bachillerato—, actas de nacimiento y títulos profesionales.
Asimismo, la invasión de ciclos escolares es uno de los problemas más comunes a los que se enfrenta la dependencia, esto ocurre cuando un estudiante se inscribe en el nivel superior antes de la fecha de obtención del certificado de bachillerato.
Por otra parte, las carreras de enfermería, pedagogía, derecho y contaduría son las que más registros tienen de títulos falsos; las profesiones con mayor número de casos son las de ingenieros y profesores.
El Departamento de Registro de Instituciones Educativas trabaja en coordinación con la dirección general para verificar cada una de las instituciones educativas del país; tiene los datos de creación y autorización de cada escuela, ya sea privada o pública.
Además, cuenta con los formatos que emiten los planteles para otorgar un certificado o título profesional, como son: el tamaño, la calidad del papel y registro de las firmas de los funcionarios y sellos, así como los planes y programas de estudio.
“Tener y ostentar una cédula falsa, actuar como profesionista y ofrecer públicamente los servicios sin serlo es un delito tipificado. Por ello esta dirección cuenta con el Departamento de Instituciones Educativas, en el que se detecta todo tipo de documento falso. Existe un registro de ocho mil 500 instituciones educativas en todo el país”, explicó el funcionario.
La falsificación de documentación legal está penada con cuatro a ocho años de prisión, según el artículo 243 del Código Penal federal, y la usurpación de funciones públicas o de profesión se castiga con uno a seis años, según el 250.
INSPECCIÓN DE DOCUMENTOS
En la institución trabajan 14 peritos que detectan los certificados y títulos profesionales falsos; cuando se tienen identificados estos documentos dan aviso al departamento del Jurídico de la SEP, y éste a su vez realiza la denuncia ante la PGR.
Talancón señaló que “el área de peritos cuenta con personal preparado y dictaminado. Es importante y delicada, pero ahí es donde se detectan los documentos”.
El equipo pericial revisa nueve documentos por jornada, con sus respectivas fotocopias; cada hoja requiere un tiempo promedio de cinco minutos para su correcta examinación. Al día se reciben aproximadamente tres mil 100 solicitudes de validación de expedientes.
“Si en este momento llega una persona y nos dice que hace 20 años se tituló, nosotros tenemos la obligación de tener los documentos, los nombres de los funcionarios que estaban en ese momento, los sellos que usaba esa escuela y, por supuesto, la firma de los funcionarios, todo en nuestro registro para poder contrastar con lo que nos está enviando la escuela contra lo que nosotros tenemos”, dijo el directivo.
Se trata de un registro histórico que no puede ser evadido, ya que si una persona muestra un material apócrifo, cuyos datos no coinciden con los de la institución, es considerado como ilegal y se notifica de inmediato a las autoridades correspondientes.
VERIFICACIÓN DE DATOS
Para comprobar la autenticidad de los profesionistas, la SEP pone a disposición de los usuarios la dirección electrónicahttp://www.cedulaprofesional.sep.gob.mx/, en la cual se puede ingresar el nombre o número de cédula profesional de quien ofrezca sus servicios.
El titular de la Dirección General de Profesiones dijo que en 2014 se registraron alrededor de dos millones 700 mil visitas a dicha página, de las cuales, 340 mil han sido para verificar datos de supuestos profesionistas.
Respecto a la cédula profesional que expide la SEP, el funcionario destacó que ha sido imitada, pero no falsificada, ya que está hecha con una placa laminada de policarbonato, que es un elemento de seguridad con el que difícilmente pueden trabajar los falsificadores, además es sensible al tacto y contiene logos y firmas que son difíciles de reproducir.
Milenio