El coordinador nacional del programa Oportunidades, Salvador Escobedo, reconoció que debido a la crisis económica y al aumento del precio de los alimentos básicos, como trigo, maíz y frijol, aumentó la pobreza de 42.6 a 47.4 millones, entre 2006 y 2008, y lo más seguro es que “los resultados de 2010 nos hablen de un aumento todavía mayor” conforme a evaluaciones preliminares.
En el 14 Congreso de Investigación en Salud Pública, Escobedo detalló que en el caso de pobreza extrema esta pasó de 2006 al 2008 de 13.8 a 18.2 millones, y esto se refleja en un incremento de la desnutrición y anemia, porque las familias beneficiarias optan por sustituir y comprar comida con menor calidad nutricional, sólo come una o dos veces en lugar de tres veces al día y que los niños sean sacados de la escuela y sean enviados a trabajar.
Si bien, explicó el directivo de Oportunidades, que opera la Secretaría de Desarrollo Social, uno de cada tres mexicanos recibe el programa Oportunidades, lo que significa 34 millones de personas beneficiadas, la realidad es que sólo es un complemento que no saca de la pobreza a nadie aun cuando ejerce un presupuesto aproximado a los 54 mil millones de pesos.
“El programa contribuye a disminuir la pobreza, no es el programa para erradicar la pobreza, hay muchas otras cosas como el Seguro Popular y Jornaleros Agrícolas, mediante el aumento de capacidades en educación y salud entre la gente de escasos recursos. Oportunidades tiene un tope de mil 115 pesos de becas mensuales y de mil 400 con hijos en educación superior, lo máximo que recibe una familia es 2 mil 420 pesos al mes aunque tenga 150 hijos”.
Y aunque, dijo, la anemia de 1999 a 2007 disminuyó de 61 por ciento a 35.8 por ciento, “tenemos que darnos de tope porque deberías estar en 8 por ciento”, y como sea la talla baja ha disminuido, un centímetro, gracias a que sí distribuyen los suplementos.
Los retos, de acuerdo a Escobedo, es lograr cumplir con la meta trazada en 2010 de incrementar a 1 millón 100 mil las becas a estudiantes, lo que significaría pasar de 5.2 millones de becarios a 6.3 millones, asimismo, abarcar a las 25 mil familias en pobreza extrema, que viven en zonas muy alejadas de Chiapas, Oaxaca y Veracruz.
Por su parte, Salomón Chertorisvki, responsable del Seguro Popular, informó que se aplicó un “programa piloto” en Tabasco, Oaxaca, Puebla y Veracruz a 850 niños y 300 mujeres embarazadas, a lo largo del 2010, donde se sustituyó la papilla que se da en el programa Oportunidades, por un micronutriente lo que generó mayor beneficios
nutricionales.
El funcionario argumentó que la papilla que se da a los niños se diluye entre toda la familia, además de que comerla diario les causa cansancio. Sin embargo, aclaró, esta papilla se puede dar junto con los micronutrientes a los niños, siempre y cuando no presenten sobrepeso y obesidad.
El funcionario confió que una vez que concluyan otros “programas pilotos” y que se evalúen los resultados, se pueda aplicar a nivel nacional, pues antes se tiene que asegurar que la gente consumirá estos micronutrientes.
Milenio