En 11 años, 135 denuncias contra sacerdotes pederastas en Italia

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Alrededor de 135 sacerdotes italianos fueron denunciados a la Congregación para la Doctrina de la Fe por abusos sexuales a menores entre 2000 y 2011, de los que 53 fueron condenados por la Iglesia, informó el secretario de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI), Mariano Crociata.

 

El prelado, que no precisó el tipo de castigo, señaló que cuatro sacerdotes fueron absueltos y que los restantes casos están bajo investigación religiosa.

De los 135 casos, 77 fueron también juzgados por la justicia italiana, de los cuales 22 fueron condenados en primera instancia, 17 en segunda instancia, 21 pactaron la condena y cinco fueron absueltos.

Otros doce casos fueron archivados, agregó Crociata, quién presentó las pautas de actuación de la CEI —Líneas-guías— “para lo casos de abusos sexuales a menores cometidos por clérigos”, siguiendo la petición que hizo la sede papal a todas las conferencias episcopales del mundo para atajar los casos de pederastia en la Iglesia.

En las Líneas-guías se señala que en el ordenamiento italiano “el obispo no está considerado un funcionario público, y por tanto no tiene la obligación jurídica de denunciar a la autoridad judicial las noticias que haya recibido sobre hechos de pederastia”.

Según los acuerdos entre la Iglesia y el Estado italiano, los obispos “están exonerados de la obligación de deponer o mostrar documentos conocidos o en su poder por razones de su ministerio”.

Crociata dijo a los medios italianos que lo que “está claro” es que todos los obispos tienen que colaborar con la autoridad civil y que, cuando conozcan un caso de abuso, “siempre pueden animar” a las víctimas a dirigirse a la magistratura.

Tras conocer ese punto, la diputada Chiara Moroni, del grupo Futuro y Libertad, afirmó que los obispos no serán funcionarios, “pero existe la obligación moral que impone denunciar un delito tan horrible y que afecta a niños indefensos”.

Moroni pidió a la CEI que “no alimente el silencio” y “estimule a que se denuncie a quien se mancha con un delito de este tipo”.

“La Iglesia tiene el deber de defender a los más débiles, como está escrito en el Evangelio”, subrayó.

Ocultaron doble vida

El líder de los Legionarios de Cristo admitió que conocía desde el año 2005 que el sacerdote estadunidense Thomas Williams, uno de los curas más conocidos de este grupo, era padre de un niño, y reconoció que pese a esto permitió que el clérigo predicara sobre la moralidad.

En una carta publicada en la página web de la orden, el padre Álvaro Corcuera dijo que se enteró de la paternidad de Williams al principio de su nueva tarea como director general de la orden, que comenzó en 2005.

El cardenal Velasio De Paolis, el hombre designado por Benedicto XVI en 2010 como su delegado personal para tratar de reformar la orden, dijo que no supo del caso de Williams hasta este año.

El sacerdote era la cara pública de la orden y aparecía a menudo en las cadenas de televisión de EU explicando las enseñanzas de la Iglesia.

El cura realizó concurridas conferencias en instituciones católicas y tenía dos páginas en internet que fueron cerradas la semana pasada después de revelarse su doble vida.

En su carta, Corcuera dijo que después de enterarse de que el cura tenía un hijo le pidió que “comenzara a retirarse del ministerio público”, pero admitió que las restricciones “no fueron lo suficientemente firmes” y Williams continuó con la enseñanza.

Agencias