Si el PRI mantiene firme su propuesta de reducir la tasa del IVA de 16 a 15 por ciento, podrían aumentarse otros impuestos para compensar los menores recursos que implica esta medida, advirtió el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
El organismo señala que lo anterior afectaría sobre todo a los causantes cautivos, e insiste en que reducir la tasa del Impuesto al Valor Agregado (IVA) es una posición que tiene más tinte político que económico.
En su publicación semanal ‘Análisis económico ejecutivo’, anticipa que para compensar la baja de ingresos por la posible reducción del gravamen ‘no será raro escuchar que lo factible sería autorizar un déficit público mayor al propuesto para 2011, de 0.3 por ciento del PIB’.
A unos días de que la Cámara de Diputados apruebe la Ley de Ingresos para el año próximo, refiere, persiste la propuesta del PRI de reducir la tasa de IVA, independientemente de los desequilibrios que generaría.
‘Esta posición tiene más tinte político que económico, lo cual se corrobora cuando se escucha que esta fracción política seguirá adelante con la decisión que se tomó en una reunión plenaria del partido’.
El organismo de investigación del sector privado reconoce que el impacto de una baja de impuestos entre la población puede generar un beneficio político importante.
No obstante, aclara, buscar una reducción de impuestos cuando lo que se requiere es fortalecer las fuentes de recursos no parece tener mucho sentido, sobre todo cuando el petróleo, una de las principales fuentes de ingresos, además de ser altamente volátil se ha deteriorado significativamente.
El hecho de mantener firme esa propuesta hace suponer que también se haría una referente a la forma de cómo compensar los menores recursos que implica la baja del IVA, que según la Secretaría de Hacienda representa poco más de 33 mil millones de pesos.
De no hacerlo, afirma, estaríamos esperando un aumento en otros impuestos, que sin duda afectaría principalmente a los causantes cautivos, cuando se supone que lo ideal es que todos participen con el erario.
En su opinión, una posible opción para compensar la baja del IVA sería un ajuste importante en el gasto público.
Sin embargo, en este contexto también se prevé que haya presiones por un incremento en la asignación de recursos, bajo el argumento de que es necesario para aliviar los recientes desastres naturales en los estados.
De ser así, no sería raro escuchar que lo factible sería autorizar un déficit público mayor al propuesto, sobre todo cuando en el proyecto de presupuesto se resalta que para 2011 se prevé un saldo negativo de las cuentas públicas equivalente a sólo 0.3 por ciento del PIB.
‘Obviamente esta es una gran mentira, cuando el verdadero déficit es el 2.7 por ciento que representan los requerimientos financieros del sector público y que es lo que realmente se deberá financiar’.
Añade que la mejor forma de estimular el consumo es acelerar el crecimiento de la economía y la creación de empleos mejor remunerados.