La reforma laboral que se aprobó en diciembre pasado ha sido insuficiente para promover mayores fuentes de trabajo en México, y si la economía no crece este año entre 3.9% y 4.1% promedio cada trimestre, difícilmente se podrán generar 650,000 empleos en el año, advierten expertos.
“La reforma laboral está muy limitada, quedó muy parchada y no le da oportunidad a los jóvenes de ocupar un empleo porque no considera a los pasantes o practicantes como lo que son. El contrato de prueba y el de capacitación tienen tantas condicionantes que no están funcionando para lo que se pudieron haber tipificado”, dice el abogado en materia laboral, Gabriel Pizá.
Durante abril, México registró un mayor número de desempleados e informales, de acuerdo con cifras divulgadas el viernes pasado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
La tasa anual de desocupación fue de 5.04% de la Población Económicamente Activa (PEA), superior al 4.86% que se alcanzó en el cuarto mes de 2012, mientras que en cifras desestacionalizadas la tasa de desempleo también registra un aumento, ubicándose en 5.14%.
No es sorprendente que el desempleo suba si no se están creando los trabajos suficientes a la velocidad que se necesitan, alerta el director del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), Luis Foncerrada.
Desde el último trimestre de 2012 se dejó de invertir de forma importante, menciona, y en lo que va de la administración de Enrique Peña Nieto también se detuvo el gasto público en general. Si éste último se recupera, hay una fuerte inversión y la economía crece entre 3.9 y 4.1% como promedio cada trimestre, se podrían crear 650,000, de lo contrario ni siquiera se va a alcanzar esa cifra, señala.
La reforma laboral por sí sola no va a incrementar de manera importante el empleo si no se acompaña de inversión, agrega. Asimismo, considera que es fundamental lograr una buena reforma tanto energética como hacendaria que permitan generar una importante inversión y que, junto con la laboral, estimulen la creación de nuevas fuentes de trabajo.
“La inversión es la que detona todo, y sin ella no se podrán generar los empleos que se necesitan. Para que la economía crezca alrededor de 5%, al menos, cada año, se requieren inversiones equivalentes a 25% del PIB de forma continua y sostenida, aproximadamente 4 billones de pesos”, destaca el director del CEESP.
¿Un millón de empleos? Imposible sin crecimiento
El director del CEESP estima que cada mes entre 60,000 y 80,000 jóvenes buscan ingresar al mercado laboral y la economía requiere generar casi un millón de empleos para darles entrada, pero “en todo el sexenio y dos años más del próximo, vamos a tener esa demanda, lo que impone un reto serio a la economía”, expone Foncerrada.
“Creo que es una cifra totalmente fuera de proporción, no hay manera que con la reforma laboral se creen 500,000, para nada”, agrega. Lo único que genera empleos de calidad y formales es que haya más inversión, porque los empleos que ya tenemos son los que ya están con la cantidad de capital que existe.
El crecimiento económico es la fuente para la generación de nuevas fuentes de trabajo en el país, y un ritmo de la actividad económica inferior al que se había pronosticado se está reflejando en las cifras de desempleo, con lo que incluso el empleo eventual quedaría postergado, señala la directora del Centro de Análisis Económico del Tecnológico de Monterrey, Campus Ciudad de México, Leticia Armenta.
“En los mejores momentos del sexenio anterior se lograron entre 400,000 y 600,000 empleos, es decir casi la mitad de la meta. Si retomamos el crecimiento económico, esperaríamos una cifra semejante y 700,000 nuevos empleos sería maravilloso. Sin mayores cambios, tal como estamos hoy”, dice.
Indica que la clave es justamente buscar las fuentes de crecimiento, no solo externo, que están condicionadas, sino apuntalar el mercado interno, una tarea que se ha pospuesto por mucho tiempo y tiene que ver más con la reforma fiscal que con la laboral.
De largo plazo, el impacto de la reforma
Para el abogado Gabriel Pizá, los cambios aprobados a la Ley Federal del Trabajo no flexibilizan la contratación, ya que el patrón está temeroso del pago de una indemnización al terminar el contrato.
La economía mexicana no está creciendo y además la ley es poco flexible, advierte. Explica que existen dos tipos de contratos: uno a prueba, que va de tres a seis meses, y el de capacitación, cuyo periodo también es de tres a seis meses, pero que obliga a contratar al empleado, con su registro en el IMSS y todas sus prestaciones.
En ambos casos se tiene que pedir la opinión de una comisión de productividad, capacitación y adiestramiento, que debe tener una valoración de si la persona contratada cumplió con los requisitos de la prueba, o la capacitación en su caso, para ser contratada. Son complicaciones burocráticas que no llevan a flexibilizar el mercado laboral, agrega.
Sin embargo, Pizá destaca que no se ha creado la reglamentación necesaria para formar esta comisión para la capacitación y el adiestramiento, que no afecta la contratación y la terminación de una relación laboral.
El impacto de la reforma laboral es de largo plazo, aclara Armenta, profesora del Tec de Monterrey, sobre todo porque modificó cuestiones que tienen que ver con la manera de contratación, regular el outsourcing y los esquemas de liquidación.
Se crearon altas expectativas en torno a la reforma laboral, en cuya promoción se debió haber puesto la condicionante: ‘si la actividad económica se mantiene como se había pronosticado’, dice.
Para el director de gestión de talento de Manpower, Oscar Sosa Garza, tiene que haber otros aspectos que atraigan más inversiones y se detone el empleo, pero confía que en el segundo semestre del año habrá avances.
“Un poco las cifras están hablando en ese sentido, que no podría darse un impacto de la reforma todavía en este primer semestre, pero estamos muy positivos de que sí se verá la generación de más empleo formal porque también hay muchos informales y esa es la otra parte, ya que aproximadamente de cada 10 trabajadores, seis están en el campo de la informalidad”, menciona.
Sosa Garza considera que es muy pronto para saber si la reforma laboral ha funcionado o no. Es un mecanismo para que se genere más empleo, pero por sí sola no basta, se necesita una reforma hacendaria y se requieren más recursos para invertir y detonar el empleo, afirma.
CNN