La delegada federal de Correos de México en Oaxaca, Olivia Ibáñez Cáceres, comentó que el Servicio Postal Mexicano, Correos de México, como cada año celebra a los carteros y empleados postales, por hacer posible la comunicación a través de la correspondencia y envíos.
En este sentido, indicó que emitieron una vez más, una estampilla postal en la que se observa al payn y al cartero como una línea de tiempo y evolución hasta su actualidad.
Señaló, que desde la antigüedad la comunicación entre civilizaciones a través de escritos ha sido fundamental, de igual modo entre las culturas los mensajeros son personajes de gran importancia y reconocimiento para la entrega de mensajes.
Refirió, que en el México Prehispánico eran los pyani quienes se encargaban de ser los portadores de noticias, su tarea dentro del imperio mexica era de vital importancia, para mantener al Tlatoani informado de lo acontecido.
Precisó, que para ejercer el oficio de Payn se requería una educación especial; estos mensajeros se establecieron para recibir y llevar las noticias con rapidez y oportunidad de manera particular en tiempos de guerra, y gracias a estas, se obtiene una relevancia de consideración.
Agregó, que el reconocimiento que la sociedad les ha dado hasta el día de hoy, fue gracias a que el ingeniero, Luis Franco, por lo hechos ocurridos en 1922, cuando varios carteros observaron un tren que había sido dinamitado por fuerzas revolucionarias, y ellos resguardaron los cuantiosos bienes que allí se encontraban hasta que llegaron las autoridades, otro caso fue el de un cartero que ante una copiosa lluvia cubría la correspondencia con su gorro y su saco, por lo que le solicitó al entonces presidente de la república, Pascual Ortiz Rubio, se celebrara un día especial para el cartero siendo esté el 12 de noviembre.
Finalmente, Ibáñez Cáceres dijo, que desde siempre los carteros han tenido la consigna de ordenar y distribuir la correspondencia pese a las inclemencias del tiempo, ya sea a pie o con otro vehículo tales como las motocicletas o bicicletas.
Diana Méndez