La textura de sus manos dejó atrás la suavidad. La fortaleza y voluntad se asomaron por primera vez hace siete años en su vida, para quedarse con él hasta el día de hoy. Elías Cortés López, arrancó desde entonces el triatlón de su existencia.
Un alma rebelde, sonriente y dicharachero, así se podría definir a un hombre que hasta hace unos años se encontraba operando, ejecutando y debatiendo leyes en el Congreso Local en las filas del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
La vida, le dio una segunda oportunidad tras ponerla en riesgo y convertirse así en un hombre altruista y en uno de los deportistas con más posibilidades de culminar el triatlón que se celebrará en Cozumel, uno de los 11 municipios del estado de Quintana Roo.
“Tuve problemas de salud”, reconoció Cortés López, quien aseguró que desde pequeño el corazón fue uno de sus padecimientos por lo que decidió sumergirse en el deporte.
Su sonrisa enclavada en ese rostro, que demuestra fortaleza y poder, también refleja siete años de entrenamiento continúo, siete años de dejar la vida y el alma en cada competencia y en cada una de las horas de ejercicio.
El triatleta tiene una ventaja y la tiene clara: Cuando se ama lo que hace no se sufre. Para el hombre de poco más de 40 años el cansancio prácticamente no existe; el dolor causado por los entrenamientos no se percibe.
En el triatlón IRONMAN Cozumel que se celebrará este 27 de noviembre, Cortés López estima concluir en 12 horas la justa que consiste en atravesar nadando 3.8 kilómetros de mar abierto; 180 kilómetros de rodada en bicicleta y 42 kilómetros de carrera un total de 226 kilómetros sin descanso, que pueden convertirse en 226 mil pesos que irían directamente al Hospital de la Niñez de Oaxaca.
Consciente de que los pequeños que atraviesan por una situación difícil en materia de salud necesitan de donaciones y sobre todo de una atención médica, el deportista hizo un llamado para sumarse a esta causa; y es que por cada kilómetro recorrido serán entregados mil pesos a este nosocomio.
“Hay muchos niños que requieren de una atención médica pero que no cuentan con los recursos suficientes”, reconoció al señalar que la Fundación AMO se ha sumado a esta causa.
Para Elías Cortés López, entrenar de cuatro a cinco horas en una piscina, en una carretera o en una pista de carreras, no representa ya un sufrimiento, porque sabe que lo hace por amor.
Algunos sorprendidos por la disciplina que desde hace siete años ha llevado constantemente en su vida y otros más reconociendo su esfuerzo y dedicación, a Cortés López lo han considerado como el IRONMAN oaxaqueño que junto con otro de sus compañeros competirá en esta justa.
Aunque la meta, es más que ganar. El triatleta asegura que estima concluir esta justa en 12 horas sin descanso; 12 horas que en ese momento se convierten en todo o nada; 12 horas en que deberá pensar sólo en él y evitar el cansancio y fatiga.
Las 12 horas más importantes de su vida, 12 horas en donde dejará todo su esfuerzo, en el mar, en el circuito ciclístico y en la pista de carreras.
Fuera de formalismos y con un sentido más humano, el deportista dijo que sin duda llegar a la meta y llorar por haber logrado este esfuerzo, es uno de los mayores premios.
Por Carina García
Vía @Viral_Noticias