Cuando la estabilidad política y social se encuentra en riesgo, el universo se mueve en la incertidumbre; campea la ola de rumores y de calumnias. El descontrol y la descomposición inician su lento e inexorable avance. Es cuando en esta etapa crítica los filósofos, intelectuales, artistas y poetas, alertan con sus reflexiones sobre lo que ocurre y lo que puede llegar a suceder.
Sinteticemos algunos puntos de nuestros pensadores que, obviamente, comulgan con diferentes ideologías: En México se vive una etapa política y social que, por momentos, se vuelve turbulenta, como con la presencia de la CNTE en el DF, y el caos que ocasionan a la ciudad. Lo mismo en Acapulco, con la toma del aeropuerto, dañando económicamente al municipio, así como la violencia desatada en Puebla. Hay más ejemplos, pero que basten estos para ubicarnos.
De mantenerse las tendencias actuales, es probable que las elecciones intermedias que están en puerta sean muy competidas; pues están en juego gubernaturas, pocas, pero que son importantes por su perfil político; la renovación de la Cámara de Diputados; presidencias municipales importantes y estratégicas, así como los cambios en 16 delegaciones del D.F.
Este escenario hace que las elecciones, por todo lo mencionado, sean las más disputadas de los últimos tiempos en donde no esté en juego la banda presidencial. La contienda estará entre las 3 principales fuerzas políticas, y una que hace su debut.
En consecuencia, se hace necesario formular una propuesta de acuerdo político que comprometa al gobierno, a los candidatos y a los partidos políticos, a garantizar el cumplimiento de las reglas establecidas por el INE, para llevar a cabo competencias justas y procesos electorales apegados a la ley. Esto dará credibilidad y confianza a toda la ciudadanía, se preservará la paz, la concertación y la salida política ante cualquier escenario electoral.
La falta de apertura, la manipulación de la información, la actitud de enfrentamientos por diversos sectores que buscan influir en el voto de sus seguidores, la desconfianza ciudadana y la de los actores políticos en el proceso, el fantasma del fraude, los agravamientos de los conflictos localizados en Michoacán, Guerrero, CNTE, Morelos, algunos estados del norte del país, más los escándalos políticos que a diario se producen, nos hacen pensar que hay varios signos de que la ingobernabilidad que se ha venido produciendo podría agudizarse.
Estamos ante una contienda política que pondrá a prueba la crisis de gobernabilidad por la que atravesamos, y que cada día se manifiesta en el resquebrajamiento de la autoridad política sustentada en las añejas estructuras del sistema político mexicano.
El clima de incertidumbre que prevalece entre millones de mexicanos que no saben qué sucederá después de estas elecciones, necesita ser relajado por los responsables de hacerlo. Sólo así se le asegurará al electorado, que la democracia es la única medicina que nuestro país necesita para continuar en el tránsito pacífico hacia un estado más justo y democrático.
Después de las elecciones, se requerirá la concertación de todos y cada uno de los sectores para encontrar las salidas adecuadas en el caso de conflictos post electorales.
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Vía Viral Noticias
