Un estudio de la Universidad de Kent State (EE.UU) reveló que el Whatsapp – servicio de mensajería utilizado por más de 350 millones de personas alrededor del mundo – provoca altos niveles de adicción.
Dicha aplicación nos notifica por medio del “doble check” si nuestro destinatario leyó o no el mensaje enviado, lo que suele generar ansiedad e incertidumbre y provoca que verifiquemos el celular constantemente. Según diversos estudios, en un día podemos llegar a mirar 150 veces el móvil.
El hecho de estar permanentemente conectado y pendiente de la red genera desórdenes en el comportamiento, como el aumento de estés, la ansiedad por el miedo a sentirse excluidos y una reducción del sentimiento de felicidad.
¿En qué consistió el estudio?
Para llegar a estas conclusiones, los expertos analizaron la actividad diaria de 500 estudiantes con el objetivo de descubrir cuál era el uso principal que los jóvenes daban a su smartphone.
Resulta que, por más que cueste creerlo, las llamadas pasaron a un segundo plano y las redes sociales ocuparon el puesto número uno. Entre las principales se encuentran Twitter, Whatsapp y Facebook.
Además, los estadísticos pudieron acceder a las calificaciones obtenidas en los cursos de estos alumnos y descubrieron que el uso intensificado del móvil influye negativamente sobre los estudiantes: los más dependientes suelen obtener notas más bajas que los demás, debido a que sus niveles de ansiedad son mayores.
Curiosidades
El uso exagerado del celular abrió paso a una nueva patología. Se trata de la “nomofobia”, un trastorno en la personalidad generado por el miedo irracional a olvidar el móvil.
El término deriva de “no-mobile-phone phobia”, vocablo que salió de un estudio del 2011 en el Reino Unido, el cual reveló que el 58% de los hombres y el 48% de las mujeres sufrían ansiedad si olvidaban su celular o si se quedaban sin batería, cobertura o saldo.
Agencias