En ninguna parte he encontrado algo relacionado con la interjección ¡uy!, (que por cierto, no sé cómo se escribe). Ni mucho menos tres interjecciones juntas: ¡Uy uy uy! Pero eso sí, al escucharla, todos sabemos de qué se trata.
Al Uy uy uy, lo podemos imaginar visiblemente: se trata de una persona de pelo en pecho. Que tiene poder. Que se permite mostrarse ante todos con mucha suficiencia, además de bravucón. El Uy uy uy, es bueno pa´los trancazos, excelente para las enaguas y no se diga para el trago.
El Uy uy uy, es el que con toda facilidad hace todo tipo de negocios sin importarle la legalidad, pues él está allí para hacer lana, y si lo dejan los demás, aprovecha para hacer más lana y no le interesan los medios que use. Son de los que se llevan sin vacilación alguna a toda su parentela y amigos para que también hagan transas al menor pretexto.
El Uy uy uy, siempre tiene contactos con la gente del submundo ―con todo tipo de delincuentes―, y también con “los de arriba”, a quienes adula y empalaga con su montón de palabras.
El Uy uy uy, exhibe sus vírgenes y santos para que todos vean que está bien protegido. Adopta posturas ensayadas y escogidas frente al espejo para llamar la atención de quienes lo rodean.
Además se cree, aparte de guapo, sabelotodo, consejero, guía, inteligente, y… sufre mucho, porque cree que sobre él descansa el mundo. Sabe que no debe dormirse porque si no, el mundo dejaría de girar.
Ese es el Uy uy uy. Ese es Luis de Guadalupe Martínez Ramírez, Presidente municipal de Huajuapan, sin funciones, porque dejó su responsabilidad para irse a buscar la presidencia del Comité directivo estatal del PAN.
Así que el uy uy uy, sabe que sin él nada camina. Se sabe indispensable, único. Él es el “yo soy quien soy, y no me parezco a nadie”.
Desde el lunes, el ayuntamiento de Huajuapan no tiene un responsable que se haya quedado en el lugar del presidente. ¡Cómo la ven?
¿Y los que están en el ayuntamiento, los regidores, qué son? Se han de preguntar ustedes. Pues no, ninguno tiene la responsabilidad como cabeza, simplemente, son un aglomerado de gente y, nada más. Así que como ya no está Luis, la cosa política no funciona en ese municipio.
Hay unos audios, donde Luis de Guadalupe, asegura que ahora sí, se retirará de la política, pues después de quince años, bien sabe que les ha hecho sombra a sus compañeros de partido quienes han buscado candidaturas. Además, dice, que él ya pasó por todos los cargos.
No crean que el calificativo uy uy uy, es por mis pistolas. Luis, por sus mismas expresiones, actúa como un perdonavidas porque ve muy poca cosa a sus compañeros del PAN, a quienes les dice que “para su beneplácito”, se retirará de la política, sin embargo, no cumple sus palabras, porque ahora busca el hueso mayor del PAN en el Estado.
Tan poca cosa ve a los panistas, que los invita a que revisen la historia de Huajuapan, porque gracias a él y a su hermano Procopio, quien también ya fue presidente de Huajuapan, el Pan comenzó a ganar en ese distrito.
Con esto, Luis demuestra su ignorancia, pues de una patada hace a un lado todo el esfuerzo que hizo por su partido el Dr. Luis Guevara Camacho, o Don Manuel Bautista, por mencionar a dos panistas que hicieron escuela en ese distrito.
Tan Uy uy uy se siente Luis de Guadalupe, que presume haber recibido su Fiat como notario público, no por su capacidad, sino por ser amigo del entonces gobernador priísta José Murat, a quien asesoraba y le hablaba al oído sobre cómo gobernar esta entidad, así lo asegura.
No cabe duda que Luis de Guadalupe, es un auténtico Uy uy uy, porque además, asegura haber sido el legislador más capaz de todos los diputados de la 61 legislatura, pues asesoraba a sus compañeros del PRI, sobre lo que tenían que decir en tribuna.
Con todo esto, no entiendo cómo es que Luis de Guadalupe, sale a buscar la presidencia del Comité Directivo Estatal del PAN, cuando él mismo se reconoce como asesor de los priístas. No entiendo.
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