- Con 34 años al servicio del Archivo General del Estado de Oaxaca, realiza una de sus más grandes pasiones como es la paleografía
Desde hace 34 años, Armando Altamirano Sánchez se desempeña como trabajador del Archivo General del Estado de Oaxaca (AGEO), lugar que ha sido esencial para aprender, superarse y compartir sus conocimientos con diferentes personas, al tiempo que realiza una de sus más grandes pasiones: la paleografía, técnica que consiste en leer documentos para interpretar el lugar y periodo del que fueron elaborados.
Comenta que, desde el 1 de abril de 1987, entró a laborar en el Archivo Histórico, cuando las instalaciones se encontraban en la calle de Santos Degollado. Ahí, comenzó aprendiendo y a medida que pasaron los años se apasionó por su trabajo, obteniendo nuevos conceptos por las capacitaciones que cursaba, lo que permitía ser más eficiente y entregar resultados con mayor calidad.
“Me he capacitado y eso me ha gustado, porque me permite trabajar mejor en el área del Archivo Histórico, sobre todo en clasificación”, dijo. “Me he preparado en paleografía, para la transcripción de documentos históricos, esto quiere decir, saber leer documentos en español antiguo”.
A través de estos años, ha visto cambios en la manera de trabajar, adaptándose a los mismos para continuar con su vocación, por eso señala que es importante seguir aprendiendo, ya que eso permite mantenerse al día. “Ahora usamos técnicas modernas para transcribir y aunque los documentos siguen siendo los mismos, lo importante es capacitarse, debemos estar al día para laborar en nuestra área”.
Todo este esfuerzo le deja un gran sabor de boca, pues además de desempeñarse en las actividades que más le gustan, su familia lo apoya y lo alienta a seguir aprendiendo y enseñar a nuevas generaciones.
“Es una experiencia muy grande, porque he aprendido a valorar los documentos, estudiarlos, interpretarlos, y me ha servido de manera personal”, continuó. “En mi área aprendemos en conjunto y muchos conocimientos los he obtenido de mis compañeros y por muchos investigadores que han llegado al Archivo, sin embargo, yo también he ayudado a otras personas que buscan asesoría”.
Menciona que, a lo largo de su carrera en el Archivo, ha sido reconocido por el trabajo que realiza. Como ejemplo, una investigación de la primera Legislatura del Estado de 1823 hasta 1995, apoyó con otra sobre la grana cochinilla en Oaxaca, realizó monografías de diferentes localidades y también participó valorando documentos de pueblos en conflicto.
Todos estos resultados le permiten estar contento y satisfecho, pero ansioso de continuar capacitándose para nutrir y actualizar sus conocimientos, logrando así dar lo mejor de él, al mismo tiempo de trabajar en lo que más le gusta. “Mi vida laboral ha sido en el Archivo, y aquí espero jubilarme”.
El contacto con los documentos le ha hecho saber que es primordial preservar la memoria histórica, por esta razón Armando Altamirano Sánchez lanza un mensaje para todas las personas: “Lo importante es valorar los archivos, que se encargan de conservar, organizar y difundir los documentos, porque son sitios únicos. Recomiendo que cuiden estos espacios, ya que resguardan toda nuestra historia”, finalizó.