El “talón” de Aquiles son los pulmones. Un trastorno crónico, provocado por los cinco meses de altos niveles de oxígeno, lo hace vulnerable a vivir. El respirador artificial que ayer lo mantuvo vivo, hoy le cobra el tiempo ganado fuera de útero de su madre.
Aquiles Pacheco Sánchez, un varón prematuro de casi siete meses, que según los médicos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) tenía el pronóstico de vivir cuatro horas, suma más de cinco mil personificando a la pequeña naturaleza y a la gran ciencia que retan a la muerte.
Hijo de Gabriel Pacheco Rodríguez, un despachador de gasolina en la ciudad de Oaxaca, 13 años mayor que su madre Leonarda Sánchez Cruz, una ama de casa de 32 años, Aquiles sólo percibe de vez en vez, el tacto de sus dos hermanos pubertos.
El motivo: los peligros que carga desde que fue parido prematuramente con un peso de 750 gramos, una longitud de 23 centímetros y 25 semanas de gestación, que lo obligaron desde principios de enero a vivir más tiempo en el hospital que en la cavidad materna.
Y en ese tiempo suma tantas heridas como batallas para vivir segundo a segundo. Por ejemplo, un par de combates, acompañado de sus médicos en la ciudad de Oaxaca, le dejaron dos cirugías en el cuello, y otras dos más en las piernas, para alimentarse.
Otra fue la lucha por mantenerle limpia la sangre que le dejó dos estomas o aberturas artificiales creadas quirúrgicamente para permitir el paso hacia afuera del cuerpo de la orina y las heces.
Pero el pequeño nunca se da por vencido. Por cada situación crítica, como el crecimiento del hígado, debido a la comida por la vía parenteral, Aquiles peleó tres meses para desintoxicarse.
O cuando fue trasladado de Oaxaca a la Ciudad de México por tener abierto el conducto arterioso, milagrosamente al llegar a su destino, ya había cerrado. Es un hombre de siete meses que vive intensamente la máxima del guerrero: sólo por hoy.
Aunque está limpio de hemorragias o derrames cerebrales, sus médicos aún desconocen el daño que en el futuro puedan causarle los tratamientos médicos y su origen prematuro.
Para el pequeño, el futuro es el presente con riesgos. Hace unas semanas regresó a su casa, pero una consulta médica para atenderlo por una infección en la garganta lo devolvió al hospital. En las revisiones, el médico le detecta algo de líquido en el corazón producido desde un pulmón.
Eso significó para Gabriel Pacheco Rodríguez, su padre y Leonarda Sánchez Cruz, su madre, que regresen a las batallas por vivir el día-día.
Hoy el pequeño debe hacerse unos estudios clínicos que representan medio año de los ingresos familiares. Sin embargo, están a la espera de un traslado al Centro Médico Nacional Siglo XXI en la Ciudad de México del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) o de otro milagro de generosidad.
Y en esa coyuntura, lo único cierto es que el “talón” de Aquiles son los pulmones que, como el mito griego de Aquileo, el gran héroe de Troya, desde que nació representan el área más débil de su cuerpo, donde los líquidos se convierten en flechas envenenadas, que lo pueden matar en la última batalla del día a día.
(Para ayudar a Aquiles pueden comunicarse con la Sra. María de las Mercedes Palau Ranz al celular 044.951.51.01.254).
Especialista en análisis, comunicación y estrategia política-electoral.
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