El superpeso mitiga el encarecimiento mundial del maíz

Print Friendly, PDF & Email

A pesar de que los precios internacionales de granos básicos como el maíz han alcanzado máximos históricos, su impacto real en el mercado nacional se ha mitigado debido al tipo de cambio actual, donde la fortaleza del peso frente al dólar ha provocado que el costo de la materia prima no se dispare a los rangos que alcanzó en la crisis alimentaria de 2007.

En opinión del secretario general de la Confederación Nacional de Productores Agrícolas de Maíz de México (CNPAMM), Carlos Salazar, el actual precio del maíz, que alcanzó en días pasados 7.83 dólares por bushel (estándar internacional de medición en el mercado de granos, equivalente a 27.3 kilos) en Chicago, colocándose en sus máximos históricos, combinado con el encarecimiento del petróleo y la alta demanda de alimentos de países emergentes, conjuga los mismos elementos que se tuvieron hace cuatro años, cuando los alimentos se encarecieron de manera abrupta.

En este contexto, el maíz se prevé esté más caro, cuando en un lapso de cuatro meses el grano subió 65 por ciento. Sin embargo, advirtió Salazar que debido a las bajas cantidades de inventarios en el mundo, combinado con el aumento de su uso para obtener etanol, provocarán que el precio se mantenga elevado en los próximos meses.

Ante este escenario, el presidente del Consejo Nacional Agropecuario, Juan Carlos Cortés, afirmó que el cambio climático es ya un factor que afecta el precio de las materias primas en los mercados internacionales, lo cual ha provocado precios elevados en los últimos meses.

“Los elementos parecen ser los mismos desde 2007. Por un lado, la estructura de la demanda, donde la población de Asia y otras naciones requiere más proteína, pero sobre todo el cambio climático, con sequías en China y Estados Unidos o el fenómeno de La Niña, con sequía en Sudamérica. El cambio climático está impactando los mercados, está reduciendo la oferta y hace cada vez más volátiles los precios”, destacó.

Los dos entrevistados coincidieron en la necesidad de incrementar la producción nacional de alimentos y reducir las importaciones, pues México compra en el exterior 45 por ciento de lo que consume, y la tendencia es que entre 2019 y 2020 se convierta en el segundo importador mundial de granos básicos, y el tercer país del mundo que más carne compre al exterior.

“En el mundo, el equilibrio alimentario se hace cada vez más frágil, por eso es fundamental aumentar la producción doméstica. México tiene una dependencia muy grande en ciertos alimentos, no sólo el maíz, por lo que es importante tener mayor autosuficiencia alimentaria y no depender de lo que pase en el exterior”, destacó Cortés.

En los últimos días, los precios de maíz en el mercado de Chicago se han replegado; este viernes, el futuro del grano para adquirirse en mayo se cotizó en 7.6 dólares por bushel, unos 302 dólares por tonelada. No obstante, la tendencia, según analistas, es que debido a la poca disponibilidad del grano, en las próximas semanas llegue a 8 dólares por bushel.

Carencia en el país

Para el mercado mexicano, debido a las heladas que se tuvieron en febrero pasado, las cuales afectaron la siembra de maíz blanco en Sinaloa, el principal productor del grano en el país, en junio, julio y agosto se verá escasez de la materia prima, en tanto se obtienen las cosechas de otros estados productores del Bajío, como Jalisco o Guanajuato. Ante esta situación, la industria tortillera importará, de manera especial, maíz amarillo para completar la demanda.

“Analizamos con la Secretaría de Economía programas de financiamiento para que el sector entre directamente a comprar maíz de la nueva cosecha del Bajío o importado. Se ofrecerán apoyos directos para que los tortilleros compren en volumen el grano”, dijo Guillermo Campos Coy, director del Consejo Promotor y Regulador de la Cadena maíz-tortilla.

Milenio