Desde hace algunos meses hemos visto una embestida por parte del Estado a los Institutos Nacionales de Salud en México, esto como consecuencia de no aceptar en primera instancia las locuras del Emperador y sus funcionarios de Salud y Hacienda, quienes sin conocimiento de causa intentaron darle borrón y cuenta nueva al presupuesto de los nosocomios, y es que la crisis comenzó cuando se dio el incumplimiento de pago del Gobierno Federal a los hospitales por los servicios prestados al Seguro Popular; por si fuera poco, de manera ruin y perversa se dejaron de hacer licitaciones en tiempo y forma, lo que terminó en un desabasto que no se había visto por lo menos, en los últimos treinta años.
¿Quiénes son los responsables de lo que está sucediendo con la falta de reactivos de laboratorio, gabinete, medicamentos e insumos, los directores de hospitales o el Gobierno Federal?
Todo apunta a la mala planeación del Gobierno Federal y a su delirio de que quienes hacen observaciones, manifiestan inconformidades o exigen lo que les corresponde, son enemigos soterrados del Sistema.
Pocos saben qué son los Institutos de Salud y qué hacen, al menos el nuevo Secretario de Salud, arqueólogo de profesión, lo desconoce, en estos centros se hace investigación científica, cosa que al Gobierno de la cuarta transformación le causa escozor.
Hace unos días vimos un reportaje en donde una paciente durante una neurocirugía tocaba el violín, millones de personas manifestaron su asombro, y no es que estén mal, solo que este tipo de cirugías en México en el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía se realizan desde hace veinticinco años.
En los Institutos se forman los profesionistas más capaces para poder responder a las exigencias de salud de alta especialidad, existe investigación y producción científica, lo que les ha permitido ser todo un referente en América Latina, sin embargo, el sistema de Salud se enfermó, los primeros signos que se observan son ineptitud, soberbia, desconocimiento, desprecio, mala planeación, falta de profesionalismo, arrogancia y un desprecio por la vida.
Solo así se entiende la persecución y denostación a eminencias de la medicina, primero la renuncia de Alejandro Mohar Betancourt ex titular de la Comisión Coordinadora de los Institutos de Salud y Hospitales regionales de Alta Especialidad, quien ante la crisis de desabasto para el tratamiento del cáncer infantil prefirió poner su renuncia, después tocó el turno al Director del Hospital Infantil “Federico Gómez”, Jaime Nieto Zermeño, a quien López Obrador acusó de ser el responsable del desabasto en ese hospital, ahora renunciaron al Dr. Miguel Ángel Celis López, quien estaba al frente del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía.
Todos ellos con reconocimiento mundial por su labor médica, académica y científica, características que desconoce el presidente de la República ya que tardó 14 años en terminar la licenciatura.
El Sistema de Salud en México está enfermo, solo así se entiende que hayan cerrado la clínica para hemofilia, que los pacientes con VIH sida no cuenten con retrovirales, y si corren con suerte será para el mes de julio cuando se haga la licitación y puedan tener sus tratamientos, el desprecio por la vida está latente, el estado de salud de niños y adultos con cáncer se complica y algunos mueren por falta de medicamentos, el dengue en algunos estados se incrementó hasta un 300%, la influenza A H1N1 sigue cobrando vidas a lo largo y ancho del territorio.
Cosa curiosa, antes los corruptos tenían hasta un fondo para gastos catastróficos, con lo que se ayudaba a las familias para no vender su patrimonio, hoy los honestos tienen al sistema de Salud enfermo, se han reducido las cirugías en más de un 50% por falta de insumos, se culpa a los médicos del desastre administrativo y se avecina una catástrofe en donde los más afectados como siempre serán primero los pobres.
Sí, el Coronavirus (COVI-19) está en camino
Al tiempo.
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