Dice el escritor Robert Greene que todos poseemos fuerza de atracción, “la capacidad para cultivar a la gente y tenerla a nuestra merced. Pero no todos estamos conscientes de este potencial interior, e imaginamos la atracción como un rasgo casi mítico con el que nacen unos cuantos selectos y que el resto jamás poseeremos. Sin embargo, lo único que tenemos que hacer para explotar ese potencial es saber qué apasiona naturalmente, en el carácter de una persona, a la gente y desarrollar esas cualidades en nosotros”.
Aunque se trata de un sencillo paso, en la realidad resulta bastante complicado poder entender en qué parte de nosotros se encuentra ese chupicentro de sabor que hará estallar el potencial que nos lleve a ligar a todas las nenas o los muñecones que queramos. Y que, si no es mucho pedir, nos ayude a seducir a los jefes, los amigos, las suegras, el electorado, los clientes y hasta a los vecinos.
Por ello, Greene, investigador nacido en Los Ángeles, California, se animó a publicar el libro El arte de la seducción, que publica la editorial Océano en una versión compendiada de formato cercano al de bolsillo, que pretende ser una guía rápida para que el aspirante a seductor consiga ubicarse en alguno de los nueve tipos de conquistador que ubicó Robert, y aprenda maniobras y estrategias para titularse como uno de ellos.
Con un estilo que deambula entre el bluff y la investigación seria, el autor afirma que los diferentes modelos de seductor o seductora son la sirena, el libertino, el o la amante ideal, el dandi, el o la cándida, la coqueta, el o la encantador@, el o la carismátic@ y la estrella. Las características de cada uno son fáciles de adivinar; sin embargo, el autor habla de cada una de ellas, su propósito, su misterio, su vulnerabilidad y el símbolo que las representa.
Ya con ese dato identificado, es posible comenzar la “educación” en el proceso de seducción. Entre lo más importante está la posibilidad de elegir la víctima correcta, dependiendo del objetivo de la seducción y saber cómo acercarse (cosa que, por ejemplo, los candidatos a la Presidencia no han aprendido). Dominar el arte de la insinuación es un punto clave: “Crea un sublenguaje —afirmaciones atrevidas seguidas por retractaciones y disculpas, comentarios ambiguos, charla banal combinada con miradas tentadoras— que entre en el inconsciente de tu blanco para transmitirle tu verdadera intención”.
Crear tentación, prestar atención a los detalles, usar debilidades y vulnerabilidades estratégicas, fomentar la transgresión y lo prohibido, usar señuelos son algunos de los temas a tratar en los capítulos.
En lo personal, no me convenció todo el libro, pero sí me gustaron e interesaron algunas partes o, digamos, “consejos”. Estoy segura de que se puede aprender a seducir (hace algunos años hice la prueba con una amiga, a quien le di consejos para ligar, paso a paso. Los siguió al pie de la letra y siempre se quedó con el galán de sus deseos), pero creo que un aspecto importante en mi visión de este arte tiene que ver con la astucia más que con el engaño, con entender la esencia del otro en lugar de mostrar la de uno con más vanidad que un pavo real.
Entre los tips light que me agradaron se encuentran los siguientes: “Los regalos caros no conllevan sentimiento alguno; pueden emocionar temporalmente a su receptor, pero pronto se olvidan, como un niño olvida un juguete nuevo. Un objeto que refleja la atención de quien lo da tiene un poder sentimental duradero, que resurge cada vez que su dueñ@ lo ve”.
“Todo en la seducción es una señal, y nada lo es más que la ropa. No que tengas que vestirte en forma rara, elegante o provocativa, sino que has de hacerlo para tu objetivo: debes apelar a sus gustos.”
“Entre más ilícita parezca tu seducción, más poderoso será su efecto. Da a tu objetivo la sensación de que comente una especie de delito, un acto cuya culpa comparte contigo.”
En fin, un libro prescindible, aunque estoy segura de que si se topan con él, encontrarán algunos consejillos que serán de su interés.
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El buzón de Verótika
El pasado 17 de mayo se conmemoró el Día Internacional contra la Homofobia y Transfobia, pues ese día coincide con la eliminación en 1990 de la homosexualidad de la listas de enfermedades mentales por parte de la Asamblea General de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Aunque el jueves se llevaron a cabo diversos eventos, el día de hoy se realizarán algunos más, como el siguiente:
Hoy sábado 19 de mayo se llevará a cabo en Querétaro la Tercera Jornada Contra la Homofobia en la Plaza Constitución, con la que se busca fomentar y exigir tolerancia y el respeto para este sector de la sociedad. Organizarán actividades lúdicas para involucrar a toda la familia en temas de la diversidad sexual y se llevará a cabo una marcha por las principales arterias del Centro Histórico para invitar a la población y a las autoridades a concretar acciones de respeto y seguridad para la comunidad LGBTTTI.
El arranque de actividades es a las 12 horas, cuando se instalarán stands informativos en donde todas las preguntas de los asistentes serán respondidas mientras se llevan a cabo los eventos, que finalizarán a las diez de la noche. Se prevé que a las cinco de la tarde se pinten banderas multicolores y los asistentes puedan caminar con dirección a la avenida Universidad, para retornar por Juárez y arribar de nuevo a la Plaza Constitución.
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Una noticia que quisiera retomar, básicamente para unirme en el deseo de que no se queden en el olvido las promesas de los políticos, es que en el marco de la celebración del Día Mundial contra la Homofobia el pasado jueves, Miguel Ángel Mancera, candidato de las izquierdas al Gobierno del Distrito Federal, prometió que, de ganar la jefatura de Gobierno del Distrito Federal, construiría una clínica gratuita especializada en atención a pacientes del VIH-sida y otras infecciones de transmisión sexual en la delegación Iztapalapa, en donde, dijo, hay un alto índice de pacientes de este mal, a quienes les resulta complicado asistir a la clínica Condesa, que ofrece estos servicios con capacidad para atender a 15 mil personas y está ubicada en la colonia del mismo nombre.
Esto lo dijo durante un encuentro con representantes de la comunidad LGBTTTI, quienes también le pidieron reforzar las políticas públicas que actualmente ya existen en su favor, instaurar materias educativas que fomenten el respeto de los derechos de las diversidades sexuales y que realice un estudio para conocer las condiciones en que se encuentra el sector de la población, a lo que Mancera aceptó. Al menos este candidato ya se acercó al colectivo LGBTTTI y da gusto, aunque es cierto que eso tuvo mucho que ver con la labor de los activistas, quienes son los que buscan los encuentros y los acuerdos. Ahora falta que los candidatos en general hablen de políticas públicas relacionadas con la sexualidad de todos los habitantes. Que integren en su agenda temas relacionados con educación sexual y salud sexual, temas de género, leyes que regulen la industria del sexo, etcétera. Los temas son diversos. Es necesario que en este año electoral los candidatos hablen al respecto. Aunque suena utópico, no pierdo la esperanza y desde aquí abogo para que eso suceda.
Agencias
