“Las leyes son buenas cuando nivelan la base material del bienestar humano y eliminan todas las posibilidades de intereses especiales […] La legislación es moral cuando asegura la paz y la igualdad social. Es inmoral cuando no procede así”. Helvetius, 1810, T. 2, P.288.
Después de 21 días de negociaciones, el Senado logró consensos para votar y aprobar por unanimidad la iniciativa de la Guardia Nacional, que tendrá como principales características: a) Mando Civil o Militar; b) 5 años de participación de los militares en la Guardia Civil; c) Facultad de los gobiernos para formar sus respectivas Guardias Civiles con Programas y Reglamentos de la Guardia Nacional.
Con obstáculos, que inicialmente parecían difíciles de superar, los senadores trabajaron para salvar diferencias, y con ello, darle forma y fondo a una iniciativa que logró la suma de todos.
Se hicieron valer argumentos de experiencias lamentables ocurridas en otros países, que no recomiendan una institución de seguridad nacional básicamente militar, debido a los riesgos y tentaciones de poder que ello implica, y que, además, tendría características ajenas, ya superadas, por una sociedad política como la nuestra, integrada por instituciones y autoridades civiles, y que los cuarteles son el sitio que le corresponde ocupar a las fuerzas armadas.
Aprobada por el Senado, la iniciativa se envío a la Camara de Diputados, en donde se discutirá y votará las modificaciones aprobadas por el Senado.
Superada la frontera senatorial, se fortalece el equilibrio de poderes y la relación democrática, al dejar claro, que “en cualquier situación en la que el bienestar público no es la suprema ley y la primera obligación del ciudadano, allí continúa subsistiendo una ciencia del bien y del mal”. (Helvetius, 1810, T2, P.288)..
Desde Palacio Nacional, el Presidente expresó su felicitación a todos los senadores por la unánime decisión; subrayando, que no se puede restablecer la seguridad y la paz en México sin los elementos militares. Hizo hincapié en que es atribución del Ejecutivo nombrar al titular de la Guardia Nacional, el cual puede se un civil o un militar en activo en retiro.
Por último, en la Cámara de diputados, Morena cuenta con mayoría calificada, lo que indica, que sin problemas, la iniciativa será aprobada; a menos que se repita la “metida de pata” que provoque la ira presidencial, como sucedió la ocasión anterior.
En consecuencia, lo deseable sería que en la Camara de diputados se dieran debates de altura, que den más luz a la formación de una institución a la que el Presidente le está apostando mucho de su capital político. El tiempo lo dirá.
Actitudes para halagar y satisfacer los deseos políticos del Presidente, significarían el regreso a conductas propias de una época de corrupción y el cinismo del ancien regime, al que se repudia cada mañana.
En cuanto a la posición presidencial respecto a la iniciativa de la Guardia Nacional, se entiende como la responsabilidad del Gobierno Federal para proporcionar seguridad y protección al pueblo en todos los aspectos, pues solo cumpliendo ese objetivo se puede asegurar el progreso político.
Por último, el avance de la iniciativa refleja, que el Senado hizo su trabajo, y que el Presidente continúa defendiendo su posición en el sentido de que él tendrá la facultad ejecutiva de nombrar al titular de la Guardia Nacional, y que tendrá 5 años para decidir la conducción de la institución integrada por militares y marinos. ¡Ahí esta el mísero detalle técnico! (La salud de las democracias, cualesquiera que sean su tipo y su grado, depende de un mísero detalle técnico. Jose Ortega y Gasset).
En suma, el que se haya logrado en el Senado, que se cancelara el fuero militar; el que los militares que integren la Guardia Nacional responderán de sus actos ante autoridades civiles; el que los gobernadores estén facultados par conformar sus propias Guardias, tiene un significado valioso al que hay que cuidar, toda vez que la Guardia Nacional será formada para proteger y dar seguridad a la nación.
@luis_murat