Un grupo de investigadores del Laboratorio de Inteligencia Artificial de la Universidad de Zurich se ha propuesto desarrollar “uno de los robots humanoides más avanzados” en el plazo de nueve meses. El proyecto comenzó hace cinco meses, y realizará su primera aparición pública el próximo 9 de marzo. Los 40 ingenieros y científicos que participan en él, junto a 15 socios tecnológicos, se han propuesto abrir nuevas vías en cuanto a robótica, creando máquinas con músculos y piel artificial que se parezcan cada vez más a los humanos.
El resultado de esta investigación es Roboy, un robot de servicio diseñado para hacer más sencilla la vida de las personas. Según explican sus creadores, dado que “comparten su espacio vital con la gente”, es importante que estas máquinas sean “suaves al tacto, en su interacción y en sus movimientos”. En lugar de articulaciones impulsadas por motores, la especie de tendones con los que se ha construido Roboy le aportan un movimiento que ha sido definido como “casi tan elegante como el de un ser humano”. Los investigadores explican que en una etapa posterior del proyecto, la máquina se cubrirá con una especia de piel de forma que la interacción con ella sea más agradable. “Los robots de servicio ya se utilizan en una amplia variedad de áreas hoy en día, incluyendo tareas domésticas, trabajo de vigilancia y limpieza, y en hospitales y cuidado doméstico. Podemos afirmar que muy robots de servicio pasarán a formar parte de nuestro entorno en el futuro”, explican sus creadores.
Financiación colectiva
Otro de los elementos innovadores que se están incorporando al proyecto es que se sufraga a través de patrocinadores y de financiación colectiva. “Eso nos permite implementar un proyecto muy ambicioso en un entorno académico”, ha especificado el profesor Rolf Pfeifer, especializado en inteligencia artificial. Aquellos que financian el proyecto no sólo pueden acceder a la tecnología empleada. Además, como reconocimiento, sus nombres o los logotipos de su empresa están grabados en el Roboy. Cuando las donaciones para financiar el proyecto son más elevadas, sus creadores se comprometen a realizar una visita a la empresa junto con el profesor Pfeifer. El robot ya tiene varias citas en su calendario para 2013.
La creación de robots humanoides plantea a los investigadores con grandes desafíos. Los investigadores reconocen que la reproducción casi humana de movimientos rápidos y suaves y una piel robusta a la vez que flexible son aspectos “difíciles de recrear”. Por ello, los principios puestos en marcha en Roboy no se aplicarán solo en él, sino que pretenden sentar las bases de nuevas líneas de investigación.
Agencias