Las lluvias que cayeron los días 21, 22 y 23 de agosto, así como las de los días 3 y 4 de septiembre, han convertido a la región conocida como el Rincón Alto de Ixtlán en una zona de desastre, múltiples derrumbes, así como el desbordamiento de arroyos, han afectado carreteras, casas habitación y sembradíos, poniendo en riesgo la vida de los habitantes.
Las comunidades más afectadas son Tepanzacoalco, Yaneri, Yagavila Teotlaxco y Yagila, aunque también han sufrido afectaciones las comunidades de Zoogochi, Josaa, Tiltepec y La Luz.
Las carreteras del Portillo a Zoogochi, el Portillo a Tiltepec, Yagila a Josaa, así como Tepanzacoalco-Yaneri-Zoogochi-Yagavila-Teotlaxco-Yagila, están prácticamente destrozadas y hasta la fecha CAO no ha enviado maquinaria para hacer las reparaciones correspondientes; por su parte el municipio de Ixtlán envió una retroexcavadora por unos días; pero la retiró después de quitar algunos derrumbes.
Aunque nos hemos enterado que el municipio de Ixtlán está declarado como zona de desastre, a la fecha no se han recibido apoyos que ayuden a los habitantes a llevar una vida sin sobresaltos; por lo que la única forma en que se han evitado desgracias es con el tequio que las comunidades realizan continuamente para evitar que los derrumbes causen graves daños.
En las orillas de Teotlaxco, rumbo a Yagavila, la amenaza más grande, es un cerro que peligra con derrumbarse, lo que ocasionaría daños a las casas de las familias que viven en ese lugar, por lo que se solicita la presencia de geólogos que puedan determinar el grado de riesgo que se corre en la comunidad.
En Tepanzacoalco, Teotlaxco, Yagavila y Yagila se han derrumbado casas, dejando en el desamparo a varias familias.
Las autoridades de las agencias municipales han levantado reportes fotográficos de las afectaciones, y solicitan a las dependencias: Protección Civil, Secretaría General de Gobierno, Presidencia Municipal de Ixtlán, que envíen brigadas a la región para que se evalúen los daños y se apoye realmente a las familias afectadas, a fin de que los vivales que aprovechan este tipo de contingencias no se salgan con la suya.