La operación de rescate de los 33 mineros atrapados en un yacimiento chileno entra en su última fase este domingo, con el revestimiento de una parte del tubo por el que éstos serán izados a la superficie, en medio de la ansiedad creciente de los familiares, que se preparan para recibirlos.
En un fin de semana histórico en que una perforadora alcanzó al taller donde estaban los 33 mineros, más de 600 metros bajo tierra, las autoridades también definieron que la operación final, para traer a los trabajadores a la superficie, se estima comenzaría el miércoles.
“Estamos definiendo la fecha probable del rescate es en torno al día miércoles”, señaló el ministro de minería Laurence Golborne en rueda de prensa en las afueras del yacimiento San José, donde quedaron atrapados los mineros, en pleno desierto de Atacama, al norte de Chile.
El ministro explicó que se definió esa fecha tras resolverse revestir sólo el primer tramo del ducto de 622 metros por el que serán extraídos.
El ducto de entre 66 a 70 centímetros de diámetro será revestido en sus primeros 96 metros, donde existe “una zona de mayor probabilidad de desprendimiento de alguna piedra”, que pudiera obstaculizar el deslizamiento de la cápsula en la que serán izados, uno a uno, los mineros.
El proceso de revestimiento del tubo comenzó la noche del sábado. El operativo incluye la instalación de 16 tubos de seis metros de largo que deberán ser luego soldados.
Toda la operación tardará “del orden de un día y medio”, explicó Golborne.
A eso hay que agregar dos días para instalar la grúa y preparar la cápsula que transportará a los mineros.
El anuncio de un inminente rescate fue tomado con calma por los familiares de los mineros, en contraste con las celebraciones durante todo el día por la llegada en la mañana del ducto a las cavidades donde se encuentran desde hace 66 días.
“Estamos tranquilos. Ya llega el rescate”, señaló el padre de Carlos Barrios, uno de los mineros atrapados que desde el sábado no ha cesado de sonreír.
Con bocinazos que no cesaron de sonar, gritos de “Chi, chi, chi..le, le, le”, abrazos y saltos, pero también pasteles y en algunos casos ron, los familiares no cesaron de celebrar hasta altas horas de la noche.
“Hoy ha sido un día tan alegre como el día en que los encontraron”, contó Nelly Bugueño, la madre de Víctor Zamora. Fue el 22 de agosto, el famoso día en que un mensaje dio la vuelta al mundo: “Estamos bien, en el refugio los 33”.
En esos momentos las autoridades chilenas preveían un rescate en noviembre o cerca de la Navidad.
Sin embargo, muy pronto los mineros que batieron todas las marcas de supervivencia enterrados a tanta profundidad podrán salir a la luz.
Según Golborne, que se ha convertido en uno de los ministros más populares de Chile tras esta hazaña, “los mineros están bien”, aunque “un poco ansiosos”.
El ministro de Salud, Jaime Mañalich, aseguró que en esta última fase los mineros “están haciendo una preparación fisica para el estrés”.
En estas últimas horas, las autoridades médicas controlan que “que puedan tener una presión arterial buena durante el ascenso. Se ha diseñado y comenzado una dieta especial para asegurar que puedan mantener un buen nivel de presión arterial durante el ascenso.
Tras el rescate, “todos los mineros serán trasladados en grupos de máximo cuatro al hospital de Copiapó” en helicópteros, un viaje que debe durar unos 12 minutos.
Primero subirán los más hábiles, unos seis mineros cuya información es valiosa para las autoridades. Luego, los más débiles y por último los más fuertes, que puedan soportar los últimos minutos de espera, describió el asesor del ministerio del Interior, Cristián Barra a AFP.
El trayecto hacia la superficie durará alrededor de una hora, por lo que se estima que será necesario un día y medio para completar la operación.
Los familiares están más que satisfechos con todo el operativo.
“Teníamos esa expectativa, ahora confirmaron el miércoles. Que hagan todo lo que tienen que hacer y tomen todas las medidas de seguridad, porque no queremos que se queme el pan en la puerta del horno. Estamos muy conformes con lo que están haciendo”, dijo Alberto Segovia, hermano del minero Darío Segovia.
AP