Al reconocer que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) –no solo en Oaxaca, sino en el país- se encuentra secuestrado por grupos políticos al interior, el ex diputado federal en la LIX Legislatura, Luis Antonio Ramírez Pineda, concluyó que se está a tiempo de lograr su rescate y ante la oportunidad de buscar un cambio y replantear la manera de hacer política.
En este sentido expresó que el PRI requiere de un reposicionamiento y replantear su manera de interactuar con su militancia, quien con los resultados de elecciones pasadas ha mostrado su molestia.
Ramírez Pineda, quien presentó de manera oficial en Oaxaca al Movimiento de Expresión Política AC (MOEP), agrupación con presencia nacional, autónoma e independiente, con registro ante el IFE, conformada en su mayoría por jóvenes, decididos a unificar esfuerzos y voluntades para darle un nuevo enfoque al quehacer político en el país.
El heredero de la dinastía del ex gobernador Heladio Ramírez López, consideró convencido que cuando en Oaxaca comienza un nuevo gobierno, es una nueva oportunidad para dar un giro total a la forma como se venía haciendo política y las organizaciones de esta índole tienen que replantear la forma como hacerla.
De la misma manera dijo estar convencidos de dar su apoyo de solidaridad al nuevo gobierno, ya que si algo necesita es la solidaridad y apoyo de todos los oaxaqueños para sacar al estado del enorme rezago en que se encuentra.
Aunque deslindó al MOEP de ser filial de partido político, Ramírez Pineda no negó su simpatía por el PRI, órgano al cual familiarmente ha estado ligado, y del cual opinó requiere de una transformación.
Al hacer un análisis del momento que vive el PRI y el estado de Oaxaca, expresó que cuando las puertas se cierran y no hay una apertura a la crítica y autocrítica; no hay claridad de objetivos, cuando se pierden valores, principios, se pierde convocatoria y el más claro ejemplo es la derrota sufrida en estados como Puebla Sinaloa y Oaxaca.
Por ello externó su sentir y observó que es momento que las dirigencias estatal y nacional tengan la capacidad y voluntad para hacer una revisión real para ver cuáles fueron las cusas que los llevó a la derrota, desde la selección del candidato, estatutos y programa de acción, entre otros.
Finalmente expuso que la militancia y la ciudadanía le han perdido la confianza al PRI, y mientras el PRI no abra las puertas se van a seguir viendo un brote de organizaciones priístas que busquen como democratizar internamente al partido.
