El PRI rumbo a su XXI asamblea nacional: Martín Vásquez Villanueva

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El inicio de una nueva administración federal, cuyo signo distintivo es la modernización política y la ruptura del punto muerto en que había desembocado el país, por la ineficacia de la anterior clase gobernante, ha obligado a todas las fuerzas políticas a revisar su programa de acción, su estrategia política y aún su doctrina.

El PRI, artífice de la segunda alternancia política, con mayor razón tiene que revisar y afinar su papel como instrumento capital de un gobierno emanado de sus filas y lo pueda acompañar en el proceso de transformación profunda que impulsa, en un país cargado de expectativas después de dos sexenios de oportunidades perdidas.

Impulsar un cambio de fondo es ineludible. Se ha perdido poco más de la primera década del siglo XXI, el momento oportuno para que México despegara, sin embargo, en ese lapso los mexicanos descendimos en competitividad internacional y vimos inermes como emergían economías como las de China, India, Rusia, los países de Europa del Este y Brasil en América.

Sólo hasta ahora, cuando en apenas un periodo ordinario de sesiones del congreso federal, se han realizado importantes reformas estructurales, la laboral, la de competitividad y la educativa, México se ha situado en mejores condiciones de competitividad que China, a juicio de economistas acreditados como Joseph Stiglitz, Premio Nobel de Economía, entrevistado en el marco del 43 Foro Económico Mundial que celebrado en Davos, Suiza.

Por eso, para el priismo mexicano la XXI Asamblea Nacional, cuyos trabajos preparatorios iniciaron formalmente la semana pasada, no será un encuentro priista más. Ahí, el domingo 3 de marzo, los cuadros representativos de todas las entidades federativas y sectores constitutivos, tomarán importantes definiciones para la vida interna del PRI y para la nación en su conjunto, concretamente hacia dónde dirigir el país al lado del presidente Enrique Peña Nieto.

Para llegar a ese momento, 132 mil simpatizantes y militantes de los dos mil 456 municipios del país y las 16 delegaciones del Distrito Federal, iniciarán tareas de deliberación y elección, de los cuatro mil 148 delegados que definirán el futuro de los Documentos Básicos y del Plan de Acción, para dar soporte doctrinal a un gobierno que se ha propuesto modernizar al país, con decisión y sin pérdida de tiempo.

La participación de esas decenas de miles de militantes, inició desde el pasado sábado 19 de enero, con la expedición de las convocatorias respectivas y dará comienzo con la selección de delegados representativos de presidentes municipales o delegacionales, presidentes de comités seccionales, síndicos, regidores e integrantes priistas de ayuntamientos, cuya tarea principal será la elaboración de relatorías con propuestas y elección de delegados a la Asamblea Estatal.

De acuerdo con el Reglamento de la XXI Asamblea Nacional Ordinaria, emitido por el Partido, el cronograma señala que las Asambleas Estatales se llevarán a cabo del 1 al 15 de febrero y tendrán carácter deliberativo y electivo. Bajo su responsabilidad se instalarán cuatro mesas nacionales temáticas: Declaración de Principios, Programa de Acción, Estatutos, y Estrategias y Programas, que serán organizadas por la Comisión Nacional de Dictamen.

Los días 22 y 23 de febrero, como lo establece el programa oficial, los delegados de las comisiones nacionales temáticas, deliberarán en cuatro mesas sobre el dictamen elaborado a partir de las propuestas estatales y fijarán una propuesta de dictamen por tema, que se someterá a la aprobación de las Asambleas Estatales de Dictamen, cuyos trabajos se verificarán los días 27 y 28 de febrero.

En el Distrito Federal, finalmente, luego de un amplio y minucioso recorrido electivo a nivel municipal y estatal, cuatro mil 148 delegados efectivos acudirán a la sesión plenaria de la XXI Asamblea Nacional Ordinaria, donde consensuarán el contenido de los nuevos documentos básicos del Partido en sus tres ejes, doctrina, programa de acción y estatutos; además de definir la nueva estrategia política, para enfrentar el reto de los 14 procesos electorales del 2013, incluido Oaxaca.

Lo importante, es que el trabajo de deliberación para elegir delegados y para señalar las coordenadas del cambio, ha iniciado en todo el país. Es mucha la responsabilidad de trazar la ruta de tránsito del país hacia la modernidad plena, como para dejarla exclusivamente en manos de los técnicos, por indispensables que sean sus luces. En la reforma del PRI, tienen que participar todos los cuadros y todas las bases territoriales.

Este es el sentido de la convocatoria suscrita por la dirigencia nacional del PRI y concretamente ese es el llamado del presidente del CEN, César Camacho: “El Partido Revolucionario Institucional emprende junto con su militancia y sus simpatizantes, los trabajos de la XXI Asamblea Nacional Ordinaria, a partir de este lunes 21 de enero y hasta domingo 3 de marzo; por ello, quiero invitarlos a que participen en los trabajos que se llevarán a cabo en los municipios y después en el ámbito estatal, porque el PRI lo que quiere es escuchar, y el que escucha no se equivoca”.

Comparto con el dirigente nacional de mi partido, además, la convicción de que el Partido no puede tener Declaración de Principios, Estatutos o Programas de Acción inmóviles en un mundo cambiante, hay que poner al día las disposiciones ideológicas para ser eficaces ante la sociedad, es decir, capaces de dar resultados desde el gobierno.

Gobierno eficaz a partir de un partido reformado. El desafío del PRI será cambiar, sin perder su naturaleza de origen, un partido nacionalista con vocación social.