Wilson Kipsang, plusmarquista mundial de maratón (2h03:23), impuso hoy su ley en el maratón de Londres batiendo con un tiempo de 2h04:29 -récord de la prueba británica- a su compatriota Stanley Biwott en un duelo keniano frente al palacio de Buckingham.
Dos años después de su primer triunfo en Londres, Kipsang, el único atleta que ha bajado dos veces de 2h04, batió con facilidad a Biwott en una carrera lanzada por una liebre de lujo, el etíope Haile Gebrselassie, en la que se estrenó como maratonista el británico Mo Farah, campeón olímpico y mundial de 5.000 y 10.000 metros, que llegó octavo a la meta con 2h08:21.
La temperatura -entre 9 y 12 grados-, un cielo despejado y una ligera brisa del noroeste contribuyeron al espectáculo en el maratón con la mejor participación de la historia -cuatro de los diez más rápidos-, aderezado con una liebre de lujo, Gebrselassie, y dos debutantes de relumbrón, Mo Farah y la etíope Tirunesh Dibaba.
Nunca un maratón había levantado tanta expectación entre los aficionados, de ahí que el desenlace fuera un tanto decepcionante.
Los mejores pidieron liebres para cubrir el medio en 61:45. Alberto Salazar, el entrenador de Farah, decidió que su discípulo se refugiara en un segundo grupo que marcharía a 62:15 con el modesto objetivo de batir el récord británico, en poder de Steve Jones con 2h07:13 desde 1985.
Gebre, de 40 años, durante años el mejor fondista de todos los tiempos, marcó el paso al primer grupo aunque, dado su rango, sin la camiseta de liebre. Su misión era conducir al grupo hasta el km 30 en 1h27:49.
Un primer mil en 2:50 puso el listón muy alto.
El km. 5 se pasó en 14:21, un parcial durísimo que, de mantenerse, auguraba una marca de 2h01:06, más de un minuto por debajo del récord mundial. El grupo de Farah pasaba en 14:48, camino de un tiempo en torno a 2h05.
El ritmo, era previsible, decayó. El segundo parcial de 5 km se corrió en medio minuto más (14:50) para marcar 29:11.
La estampida inicial comenzaba a pasar factura. Farah pasó 45 segundos después.
Gebre moderó el impulso, bien fuera para prevenir una crisis como la del año pasado, cuando se cubrió el medio en 61:36, el km. 25 en 1h12:59 y se terminó ganando -Tsegaye Kebede- en 2h06:04, o porque iba justo de fuerzas .
Por el km 15 (44:06) se habían esfumado gran parte de las esperanzas de récord. Junto a las tres liebres, la batalla Etiopía-Kenia estaba servida con Lilesa, Abshero, Mekonnen y Kebede, frente a Kipsang, Emmanuel Mutai, Geofrey Mutai y Biwott.
Gebre no cumplió su cometido. Se retiró antes del km. 20, como otra de las liebres, y el grupo delantero, de 8 corredores, se quedó con una sola ayuda, Sigei. Por ese punto pasaron en 59:15, ya a casi un minuto del parcial del récord. Farah estaba a 38 segundos.
El medio se cubrió en 62:33. En Berlín 2013, cuando batió su récord mundial, Wilson Kipsang había pasado en 61:34.
Richard Sigei, la última liebre, se retiró en el km. 25 (1h13:58).
A partir de ahí la diminuta figura (157 centímetros) de Tsegaye Kebede, un atleta de 2h04:38, se puso al frente con el propósito de revalidar su triunfo. Los demás le dejaron hacer.
El plusmarquista mundial Kipsang se adelantó con Stanley Biwott, el plusmarquista del maratón de París (2h05:12), que había sido octavo el año pasado. La batalla londinense se decantaba del lado de Kenia, tanto en hombres como en mujeres.
Kipsang no esperó al final. Atacó al paso por el km. 40 y se fue en busca de la victoria.
Farah corrió en solitario la última fase tras el grupo delantero.
En el km.35 estaba noveno con un parcial que auguraba una marca de 2h07:24, claramente por debajo del récord británico y terminó lejos del récord de Europa, que sigue en poder del francés Benoit Zwierzchlewski con 2h06:36, aunque con medio millón de libras más en su cuenta corriente. (EFE)