El papa Francisco acudió este viernes a uno de los confesionarios de la Basílica de San Pedro del Vaticano, para confesarse de rodillas durante el Rito de la Reconciliación que ofició en el templo, previo al cuarto domingo de Cuaresma.
Tras leer un sermón en la Basílica de San Pedro, el papa, como los otros 60 sacerdotes, debía escuchar las confesiones de los fieles.
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Su maestro de ceremonias le indicó un confesionario vacío, pero Francisco se dirigió a otro, se arrodilló ante el sorprendido sacerdote y se confesó durante unos minutos hasta recibir la absolución.
Pudo verse públicamente al pontífice, ataviado únicamente con el alba y con la casulla blanca, confesándose ante un sacerdote durante cerca de dos minutos y medio, según reportó Efe.
Al terminar, el pontífice fue a un confesionario vacío, donde continuó su servicio escuchando a los penitentes.
Resaltan sus gestos de humildad
El Santo Padre se confiesa regularmente, pero en privado; en los tiempos recientes no se recuerda a ningún papa que lo hiciera delante de los demás fieles.
Cabe recordar que el papa ha sido reconocido por los gestos de humildad que ha mostrado.
Entre sus primeras acciones estuvo rechazar los tradicionales aposentos papales en el gran Palacio Apostólico a cambio de una modesta habitación en una casa de huéspedes del Vaticano.
Asimismo, en marzo una foto tomada por miembros del personal del Vaticano en un retiro anual, mostraba a Francisco sentado en medio de ellos, junto a otros obispos y cardenales, como otro más en el evento.
Agencias
