“Es necesario acompañar y no condenar a quien ha experimentado el fracaso de su matrimonio, de su amor”. Con esas palabras, el papa Francisco se refirió ayer a los divorciados, uno de los temas más espinosos que enfrenta la Iglesia católica.
“Cuando este dejar (del hijo) al padre y la madre para unirse a una mujer fracasa, porque tantas veces fracasa, debemos sentir dolor, acompañar a estas personas, caminar con ellas, no condenarlas”, pero sobre todo, “no hacer una casuística de su situación”, advirtió el Pontífice durante la homilía de la misa matutina celebrada en la capilla de Santa Marta.
La reflexión, que involucra a millones de católicos divorciados que han contraído nuevas nupcias, los cuales esperan desde hace años una respuesta concreta a su problema, llega en un momento particularmente importante, visto el Sínodo extraordinario de los Obispos que, dedicado a la familia, abordará en octubre este tema.
Poco después, el Vaticano informó que el Papa canceló su asistencia al Pontificio Seminario Romano, prevista para la tarde, debido a que tenía un poco de fiebre, por lo que se le aconsejó reposo.
No es la primera vez que Francisco utiliza la palabra “misericordia” al referirse al tema de los divorciados que se han vuelto casar, pero ello no significa, como muchos divorciados piensan, que la Iglesia de Roma tenga contemplado revocar la ancestral prohibición a comulgar para estas personas.
En un reciente documento titulado Indisolubilidad del matrimonio y debate sobre los divorciados que se han vuelto a casar y los sacramentos, el arzobispo Gerhard Ludwig Müller, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, seguramente con la aprobación del Papa, confirmó la vigencia de la doctrina de la Iglesia católica en esta materia, lo que significa un claro no a la comunión a los divorciados que se han casado nuevamente.
A pesar de esta negativa oficial, el Servicio de Información religiosa (SIR), al anticipar los resultados de la encuesta realizada a fieles del todo el mundo, a través de un cuestionario distribuido por sus episcopados, ha hecho saber que la mayoría de los católicos del planeta piden no sólo una Iglesia “más abierta”, sino también capaz de acoger en su seno a todos sus fieles, “independientemente de sus diferencias y errores cometidos”, y de manera particular a los “divorciados vueltos a casar”.
La anticipación del SIR concuerda ampliamente con los resultados de la encuesta realizada a 12 mil católicos de 12 países del planeta (de Asia, África, Europa y América) por parte de una firma estadounidense, por cuenta de la cadena Univisión. Según la misma, la mayoría de los católicos aprueba la comunión para los divorciados que han contraído nuevas nupcias.
El Papa también habló ayer sobre su preocupación por el futuro de la juventud, al decir que “un joven sin utopía es como un viejo precoz”. Además, según el diario La Stampa, el Vaticano abrirá próximamente una cuenta en Facebook de Francisco, tras el éxito de la cuenta en Twitter.
El Universal