Francisco confirmó que este año no visitará México, a bordo del avión papal que lo trasladaba de regreso a Roma desde Filipinas.
Descartó la posibilidad de visitar nuestro país aprovechando su viaje a Estados Unidos a mediados de septiembre para participar en la Jornada Mundial de la Familia en Filadelfia y el que también irá a Nueva York, donde hablará en la sede de las Naciones Unidas, y Washington.
“Entrar en Estados Unidos desde la frontera de México sería bonito como señal de hermandad y de ayuda para los inmigrantes, pero ir a México sin visitar la virgen de Guadalupe sería un drama. Estallaría una guerra y no hay tiempo”, bromeó.
Respecto al viaje a Estados Unidos, del que aún no se saben las fechas exactas, el papa insistió en decir que es todo provisional y que canonizará al misionero español Junípero Serra en un santuario de Washington.
El papa confesó que le hubiera gustado ir a California, donde Serra fue misionero, para celebrar la ceremonia de canonización, “pero hay problemas de tiempo y se necesitarían dos días mas”, explicó.
Francisco informó que este año también tiene previsto un viaje a Uganda y República Centroafricana, en el que será el primer viaje a África del pontífice.
Además el pontífice dijo tener la intención de hacer un viaje a Ecuador, Bolivia y Paraguay, y en 2016 otro a Chile, Argentina y Uruguay.
El papa Francisco regresó este lunes de un viaje por Sri Lanka y Filipinas, en donde dijo en la rueda de prensa a bordo del avión papal que quedó “conmovido” por los gestos de los fieles filipinos durante su viaje.
“Los gestos me han conmovido. No son gestos protocolarios. Eran gestos sentidos y de amor. Algunos casi hacían llorar”, dijo a los 70 representantes de medios de comunicación, que le acompañaron en el vuelo.
Entre estos gestos, el pontífice destacó el de los padres que levantaban a sus hijos para que les pudiese bendecir mientras pasaba con el “papamóvil”.
“Es como si dijeran: este es mi tesoro, mi futuro, es mi amor y por esto merece la pena trabajar, merece la pena sufrir. Era un gesto original y nacido del corazón”, explicó.
Francisco quedó emocionado por el entusiasmo, “no falso”, de los filipinos y por su alegría.
Agencias
