08:23 El gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, exhortó a incrementar el periodo de vigencia de la Línea de Crédito Flexible (LCF) del Fondo Monetario Internacional (FMI), de tal manera que las naciones que requieran emplear dicha herramienta de financiamiento tengan un periodo menos acotado de tiempo para hacer uso de ella.
“Esta facilidad crediticia ha probado ser efectiva para contener los efectos nocivos de la perturbación de los mercados financieros globales. Sin embargo, la LCF podría ser mejorada”, señaló el responsable de la política monetaria del país.
La herramienta del FMI, dijo, está diseñada especialmente para prevenir crisis en economías de países emergentes, como México y Brasil, y dar flexibilidad para usarla en el momento en que se necesite.
“Para que los recursos de la LCF sean considerados un complemento de las reservas internacionales sería necesario ampliar el periodo de duración de los derechos de acceso al financiamiento que otorga, de forma que se reduzca la incertidumbre acerca de la disponibilidad de los recursos”, comentó.
El FMI renovó en marzo a México por un año su línea de crédito flexible, por unos 48 mil millones de dólares, que vencía el 16 de abril.
En un artículo para el diario Korea Economic Daily, relativo a su participación en la reunión del G-20, Carstens puntualizó que no importa que tan robusta es la red de seguridad financiera global, ya que seguirá siendo necesario que cada país lleve a cabo un conjunto de políticas económicas internas “sólidas y prudentes”.
Alertó que ante el actual entorno económico, es necesario que en el futuro inmediato, los países refuercen sus marcos macroeconómicos, particularmente su posición fiscal. Asimismo, exhorto a que los países trabajen en reducir su vulnerabilidad en la balanza de pagos y poner en marcha una estrategia proactiva de administración de deuda.
Sin embargo, advirtió que los esfuerzos de las naciones pueden ser no suficientes si “persiste una falta de coordinación y cooperación internacional”.
Reiteró que México ha ampliado su capacidad de respuesta a partir de “oportunas” reformas tributarias y fiscales, mismas que entraron en vigor a partir de este año. “A pesar de un mejor entorno global, los recientes acontecimientos en Europa han revelado los grandes desafíos por venir. Lo que hemos aprendido de crisis pasadas no se nos debe de olvidar”, dijo.
Carstens puntualizó que la disponibilidad de recursos para apoyar a los países es otro asunto importante en la agenda.
“Desde luego, el monto apropiado de las cuotas al FMI y la proporción que ha de seguir la redistribución de dichas cuotas ha sido discutido ampliamente durante varios años”.
Destacó que un “fuerte” compromiso de los líderes del G-20 puede contribuir significativamente para acelerar las reformas de las instituciones financieras internacionales.
“Como miembros de la comunidad internacional ante una encrucijada histórica necesitamos estar a la altura de las expectativas que se han depositado en nosotros”, manifestó.
Excelsior