Diana Mendez
A 44 años de su fundación, el Movimiento de Unificación y Lucha Triqui (MULT) conmemoró más de cuatro décadas de resistencia en la región triqui de la Montaña Roja, en Oaxaca. El movimiento expresó su hartazgo ante la impunidad, la violencia y el olvido institucional, reiterando su demanda de justicia, respeto y autodeterminación para los pueblos originarios.
El MULT recordó que desde su surgimiento ha luchado contra la marginación y la violencia que, aseguran, han marcado la historia de la Nación Triqui. “Durante décadas, la violencia se ha convertido en el rostro cotidiano de nuestra región, mientras los gobiernos estatales y federales han preferido mirar hacia otro lado”, señalaron en su mensaje.
La organización acusó al Estado mexicano de haberle fallado al pueblo triqui, administrando la justicia en lugar de impartirla, y exigió resultados reales frente a los asesinatos, desplazamientos y conflictos que persisten en la zona. “No queremos más mesas de diálogo sin justicia, ni funcionarios que simulan buscar la paz mientras alimentan la violencia con su omisión”, enfatizó el comunicado.
Entre las principales demandas, el movimiento reclamó el derecho a la vida, educación, salud, cultura, alimentación y libre determinación, además de la aplicación efectiva de los sistemas normativos indígenas y el respeto a su identidad colectiva.
En un llamado a la unidad interna, el MULT exhortó al pueblo triqui a reconocerse y reconciliarse para sanar las heridas provocadas por años de enfrentamientos y divisiones. “La impunidad no es paz, es continuidad de la violencia. El verdadero enemigo no está entre nosotros, sino en el poder económico y político que lucra con nuestra división”, advirtió la organización.
Finalmente, el movimiento reafirmó su compromiso con la paz, la verdad y la justicia: “Seguimos firmes, seguimos vivos, seguimos resistiendo. No pedimos compasión, exigimos respeto. No buscamos venganza, queremos verdad y reconciliación”.
El MULT reiteró que su lucha continuará “por un futuro con justicia verdadera, no administrada”, y por el reconocimiento pleno de los derechos de todos los pueblos originarios de Oaxaca.







