Comunicado
08:29 Puerto escondido, Oaxaca.-En el penúltimo de diez cierres regionales, Gabino Cué se comprometió a iniciar una nueva relación del gobierno estatal con el magisterio oaxaqueño, y vislumbró: “Veo a las maestras y maestros trabajando con ahínco, basados en su gran capacidad; los veo participando en el proceso de definición de la política educativa estatal, aportando su esfuerzo en la construcción de la gobernabilidad en Oaxaca”.
En una explanada de la agencia municipal porteña llena a reventar, el abanderado de la paz y el progreso agradeció la disponibilidad de los docentes de este sector, al permitir la realización del acto político, pues los profesores se hallan aquí en plantón.
Afirmó que “con toda seguridad los vamos a ver defendiendo el voto ciudadano, vigilando que el PRI no haga las marrullerías que acostumbra”, y puntualizó: “No me cabe la menor duda, el mejor aliado del pueblo en estas elecciones va a ser el magisterio”.
Al saludar la presencia de los senadores Gustavo Madero –coordinador de la bancada panista- y el perredista Salomón Jara, así como de Olga Livia Cortés –candidata a la diputación por el IX distrito-, y de los candidatos a las alcaldías de San Pedro Mixtepec y Tututepec, contagiado por el ánimo jubiloso de la gente, Gabino expresó que “hay una voz muy fuerte en todo el estado, hay una voz que grita que el cambio ya llegó ¡y nada lo puede detener!”.
Madero, conocedor de estas lides, auguró un triunfo contundente de la coalición en las urnas y de quien fuera su compañero y Secretario de la Mesa Directiva del Senado en la LX Legislatura.
El rumor cercano del mar, el retumbo de las olas, se sumó al ambiente festivo que prevaleció durante el encuentro de Gabino con su gente, la morenía costeña que lanzaba al aire su ingenio: ¡que llueva y que truene, ya nada nos detiene!; y la picardía femenina expresada en el “Gabino, mi amor, ¡serás gobernador!”.
En clara referencia a los conflictos alentados por la pasividad del gobierno, sentenció: “La paz tiene que triunfar; que la marea blanca de la paz y el progreso se imponga a la roja violencia ulisista, que representa lo más oscuro de Oaxaca”.
Diríase que el mar retumbó con mayor ímpetu para acompañar la algarabía popular, las miles de gargantas gritando ¡Gabino! ¡Gabino! ¡Gabino!
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