Es probable que desde el primer Congreso Provisional a manos del presbítero Florencio del Castillo, allá por julio de 1823, pasando por el primer Congreso Constitucional del Estado en marzo de 1825 –mismo que incluso prohibió en aquel tiempo las corridas de toros, símbolo de la humanidad de quienes integraban aquellas soberanías–, no haya existido tan desprestigiada y deshonrosa legislatura en Oaxaca como la actual en función.
A lo largo del 2015 fueron innumerables los sucesos bochornosos que se suscitaron en la 62 legislatura de Oaxaca. Los carpetazos y arrebatos, amenazas, porros, el gas lacrimógeno, el boicot a sesiones, entre muchos otros, fueron los acontecimientos menos relevantes dentro la nube espesa que ha cubierto a esa legislatura. La increíble degradación por la que pasa el ejercicio legislativo en el actual Congreso, tiene su mayor exposición en la ineficiencia e ignorancia procedimental con la que han actuado los actuales diputados y diputadas, además de los incontables actos de corrupción, nepotismo e impunidad que pueden documentarse para muchos de ellos y ellas –con sus honrosas excepciones–.
En septiembre de 2015, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) se vio obligada a ordenar a la actual legislatura, la aprobación de una de las muchas reformas pendientes, la educativa, ¿el resultado?, ninguno hasta el día de hoy. Sigue sin armonizarse, es decir, ellos y Gabino Cué “el demócrata”, se han pasado por el arco del triunfo a la federación durante ya dos años.
A principios de octubre, la SCJN invalidó algunas argucias legislativas sobre la Constitución de Oaxaca, respecto al porcentaje que requerían los partidos políticos en nuestra entidad, para mantener su registro y prerrogativas, bajando el 3 por ciento nacional al 2, acto que por supuesto fue rechazado por los magistrados de la Corte.
Además, se echó abajo la reforma que algunos diputados y diputadas habían impulsado para reducir de cinco a tres años el periodo de residencia efectiva como requisito para los aspirantes a participar en las elecciones para gobernador(a) en la entidad.
Semanas después, nuevamente la SCJN, anuló la ley de Instituciones y Procedimientos Electorales, impulsada y aprobada “fast track” por los partidos que llevaron a Gabino Cué al poder, misma que buscaba regular inconstitucionalmente los procedimientos de elección en las diferentes asambleas que se realizarán en 2016 en municipios por usos y costumbres o “sistemas normativos internos” desde la idea del derecho.
Por si eso fuera poco, la SCJN volvió a invalidar una nueva ley, la de Sistemas Electorales Indígenas de Oaxaca, que buscaba el mismo cometido: regular lo hasta ahora irresoluble, los usos y costumbres. Cayendo en el risorio acto de proponer un Consejo Estatal de Sistemas Normativos Electorales Indígenas nombrado, por supuesto, por las y los flamantes diputados, evadiendo el procedimiento legislativo de consultar a los pueblos.
Hasta noviembre de 2014, sólo 14 leyes habían sido aprobadas durante los dos años que ha “trabajado” la 62 legislatura, hecho que pone en evidencia la inoperancia e inutilidad de quienes se hacen llamar legisladores. Y todavía, tienen el descaro de haber tenido un presupuesto para 2015 de más de 200 millones de pesos, presupuesto malversado de aproximadamente 200 millones de pesos en su Junta de Coordinación Política, como se ventiló en el último año.
Es importante tener en cuenta lo anterior, pues algo común en la ciudadanía es el olvido, y con el olvido no podemos tomar decisiones conscientes para futuros procesos electorales. Sin duda veremos a muchos de de los que hoy se creen con la honorable responsabilidad de legislar a nombre del pueblo de Oaxaca, en próximas campañas.
Lo más trágico de esta historia es que aún no termina. Este nuevo año de 2016, iniciamos con la terrible noticia para el grueso de las y los oaxaqueños que generan empleos honestos y son cumplidos con sus obligaciones fiscales, que los flamantes legisladores aprobaron el aumento al Impuesto Sobre Nómina (ISN), del 2 al 3 por ciento. Acción que sólo reafirma lo ya evidente: la complicidad por dinero y por poder que existe entre la 62 legislatura y el infausto gobierno “del cambio” en manos de Gabino Cué.
La iniciativa de aumentar el impuesto, provino del gobierno “del cambio”, de “el demócrata”, incluyendo en el paquete económico para el año 2016 dos acciones; primero, el cobro de un peso por tenencia para vehículos, acto que seguramente muchos ciudadanos y ciudadanas habrán visto con buenos ojos, inclusive, aquellos que no son fieles seguidores del peor gobernador de Oaxaca; y segundo, el aumento del ISN, acto que sin duda es la respuesta a ese circo, maroma y teatro de la “tenencia de 1 peso”.
El aumento al ISN que ha avalado la peor legislatura local que ha tenido Oaxaca, afectará al grueso de la población económicamente activa que es cumplida con sus obligaciones fiscales.
El ISN es “un impuesto estatal que grava la realización de pagos por concepto de remuneraciones al trabajo personal en relación de dependencia”. Dicho impuesto es pagado por personas físicas y morales; el ISN se basa en el pago de sueldos y salarios, los pagos por tiempo extraordinario, premios, primas de antigüedad, bonos, estímulos, ayudas, gratificaciones y aguinaldos, pagos realizados a administradores.
Es probable que muchos ciudadanos y ciudadanas piensen que no les afectará al no ser patrones, sin embargo, la afectación también se encuentra a la inversa, es decir, si éstos son empleados.
De acuerdo al último informe de la Secretaria de Trabajo y Previsión Social (STPS) de la Federación, Oaxaca cuenta con 202, 034 trabajadores asegurados en el IMSS de un total de 18, 187,747 a nivel nacional, es decir, el 1.11 por ciento del país. Aunque es pequeño el porcentaje, ese número está soportado por empresas formales que cumplen con sus obligaciones para esos miles de trabajadores que logran tener acceso a seguridad social y prestaciones de Ley que obliga el Estado mexicano.
Los números de la STPS, no reflejan otra cosa más que un crecimiento nulo de la formalidad y del sector Micro, Pequeño y Mediano de empresas en Oaxaca —las micropyme—, algo que en esencia debería fomentar el gobierno de Oaxaca a través de la aprobación de leyes efectivas por el Poder Legislativo con la 62 legislatura y de efectivas políticas públicas a cargo de Gabino “el demócrata”. Sin embargo, su lógica de crecimiento económico sólo refleja ineptitud e imbecilidad.
Un mayor porcentaje de Impuesto Sobre Nómina para quienes ya generan empleo formal, es ponerle la soga al cuello al sector económico que coadyuva con los ingresos a la entidad. Además de ello, es importante mencionar que lo anterior impactará en el crecimiento del empleo. Un ejemplo, si la señora que apenas puede sostener su “changarrito” con dos empleados que tiene en su negocio, y que ya hizo su cambio de régimen derivado de la “reforma fiscal” federal, ahora tiene que declarar mayores impuestos por el aumento estatal del ISN, ante esta nueva presión económica es seguro que optará por despedir a sus trabajadores y volverse a la informalidad.
Ese hecho se repetirá en cada giro comercial y sectores formales que existen en la entidad. Otra negativa que podría generar el aumento del ISN, es el alza de precios, pues para muchas micropyme la lógica será que al pagar más por sus empleados tendrá que cobrar más por los servicios que presta para poder soportar la relación laboral.
Es importante mencionar que Gabino “el demócrata” ha vociferado puras mentiras respecto a la disminución del desempleo en su administración. En el año 2010, año en que llegó la “transición” a la entidad y con ella los “ineptócratas”, la tasa de desempleo era de casi 2 por ciento, mientras que la media nacional era de 5 por ciento. Hoy en día “el demócrata” presume una tasa “baja” de 3.5 por ciento, pero la media nacional ha bajado a 4.6 por ciento. Sin duda, es un hecho que al gobierno del “cambio” no se le dan los números. También tenemos al peor gobernador que ha tenido Oaxaca desde el nombramiento de don José María Murguía y Galardi por la Junta Provisional Gubernativa de 1823.
El cinismo del actual gobierno de Cué es tal, que al tiempo que este escriba redacta estas líneas, llega un mensaje de texto vía celular diciendo: “regalo de anio (sic) nuevo: en 2016 pago de tenencia bajará 99.9%”. Sólo deseamos que quienes nos leen, recuerden y conozcan aquella frase de “atole con el dedo” o “pan y circo al pueblo”.
Así, en complicidad con el peor gobierno de nuestra historia, la también peor legislatura de la entidad, ha aprobado un decremento a la tenencia, pero por otro lado ha incrementado algo que realmente afecta al pequeño motor formal de la economía de la entidad: el ISN. Este acto, de dar gato por liebre, ofende el mínimo sentido común. En el fondo, la aprobación de este tipo de reformas que agravian a las y los ciudadanos honestos y cumplidos, sólo puede hacerse entre dos mafias que están creadas del mismo barro: dinero y poder.
*Politólogo y consultor.
@CiudadanoCoke
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Vía @Viral_Noticias