A sus 11 años, Nikolai ha representado a Bielorrusia en Naciones Unidas y conocido a los Mandatarios estadounidense, Barack Obama, y al fallecido venezolano Hugo Chávez.
Con tales actividades, algunos se preguntan si el hijo del Presidente Alexander Lukashenko es ya el sucesor designado o si sólo se trata de una estrategia para suavizar la imagen de autócrata de su padre.
El domingo, Nikolai depositó en la urna la papeleta de su padre en las elecciones que dieron un quinto mandato al hombre que dirige Bielorrusia desde hace 21 años y que fueron boicoteadas por la Oposición.
El chico, también llamado por su diminutivo, Kolia, está acostumbrado a las cámaras.
En septiembre, la foto de padre e hijo junto a Barack y Michelle Obama fue ampliamente compartida en las redes sociales.
Antes, ya había formado parte de la delegación de su país en la ONU, un papel que no pasó desapercibido en Bielorrusia, donde la relación fusional del Presidente con su tercer hijo es uno de los temas más debatidos.
Kolia, nacido al día siguiente del 50 aniversario de su padre, también se reunió con el Papa Benedicto XVI, el Mandatario chino Xi Jinping y el ex Presidente venezolano Hugo Chávez.
La biografía oficial de Lukashenko en su sitio internet no da ningún detalle sobre su vida privada, pero el Jefe de Estado bielorruso reconoció que Kolia era su tercer hijo, concebido con su médica personal, Irina Abelskaia, y no con su esposa, Galina.
Galina es la madre de los dos otros hijos, mucho mayores: Viktor, de 39 años, consejero de su padre en Seguridad Nacional, y Dimitri, de 35, que dirige el club deportivo presidencial.
La existencia de Kolia no fue anunciada hasta sus tres años, según el sitio internet Partisan Belarus.
En 2008, el Jefe de Estado declaró a la prensa rusa que su hijo, entonces de cuatro años, sólo aceptaba que fuera su padre quien le vistiera y le diera de comer.
Y aunque desde entonces el niño se ha convertido en blanco de burlas, muchos son quienes creen que está llamado a dirigir el país cuando su padre, de 61 años, le pase el relevo.
Una prueba de ello podría ser el comentario que Lukashenko hizo en 2012 a Hugo Chávez, cuando le presentó a su hijo.
“Esta es la persona que seguirá con nuestra cooperación dentro de 20 o 25 años”, dijo.
El desdén con el que al parecer Kolia trata a su personal o a sus propios hermanos mayores también está en boca de todos.
El Mandatario, que reside en las afueras de Minsk, afirma que envía a su hijo a una escuela de la localidad. La televisión lo mostró participando en una obra de teatro de los alumnos.
Otros periodistas locales atribuyen sin embargo las repetidas apariciones de Lukashenko con su hijo a otra estrategia: seguir los consejos del cineasta británico Timothy Bell, contratado en 2008 para suavizar la imagen de autócrata del Jefe de Estado.
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