El G20 se reúne para decidir el mejor camino para el crecimiento mundial

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07:37 Los líderes del G20 de potencias industrializadas y emergentes se reúnen este domingo en Toronto (Canadá) para zanjar sus diferencias sobre cuál es el mejor camino para frágil recuperación de la economía mundial.

Todos los participantes coinciden en que es necesaria una unidad de criterios para no entorpecer el crecimiento en cada país, pero difieren ampliamente sobre la importancia de recortar déficits públicos, de imponer una tasa bancaria mundial o la reforma de instituciones financieras mundiales.

En las tres cumbres anteriores el G20 demostró su resolución para hacer frente a la crisis financiera, pero ahora el grupo deberá demostrar ahora que en tiempos mejores también es capaz de ser el foro de debate mundial idóneo.

Los países emergentes se verán gravemente afectados por los ajustes fiscales drásticos de los países europeos, advirtió el sábado el ministro de Finanzas y jefe de la delegación brasileña, Guido Mantega, a su llegada a Toronto.

Si los países avanzados “en vez de estimular el crecimiento prestan más atención al ajuste fiscal, y si son exportadores, estarán haciendo el ajuste a costa nuestra”, sentenció.

El nivel de déficit público, un debate que apareció tras el estallido tras la crisis de la deuda europea, es el principal punto de discusión.

El debate demuestra en el fondo la creciente diversidad de intereses en un grupo que representa el 85% de la riqueza mundial, pero a ritmos de crecimiento muy diferentes.

Los países europeos crecerán este año apenas en torno al 1%, mientras que Estados Unidos espera hacerlo en algo más del 2%.

Los países emergentes están en cambio tirando de la economía mundial, con un 8% de crecimiento previsto en el caso de China.

Canadá propuso para la declaración final de Toronto un compromiso cifrado: reducir a la mitad la deuda pública en relación al PIB antes de 2016.

A los europeos, que llegaron a Toronto con recortes drásticos en sus presupuestos, esa propuesta les parece buena como base de compromiso.

“El hecho de aceptar que el G20 esté dispuesto a aceptar objetivos es alentador”, señaló en rueda de prensa el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso.

El estadounidense Barack Obama escuchó los argumentos de la alemana Angela Merkel o del francés Nicolas Sarkozy el sábado en una reunión previa del G8 (países ricos), pero les recordó que también hay que estimular el consumo interno.

La cumbre de Toronto debe versar “fundamentalmente sobre el crecimiento”, dijo su secretario del Tesoro, Timothy Geithner.

Ejemplo de cómo se vive la crisis de forma diferente, el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, enumeró durante una cena de trabajo del G20 el sábado en la noche todo el catálogo de medidas de austeridad que impuso en su país, según altas fuentes de su delegación.

Otras propuestas parecen enterradas antes de que se haya iniciado su debate, como la de una tasa bancaria mundial.

El impuesto “no contará con la luz verde en el seno del G20, ya está decidido”, declaró el italiano Silvio Berlusconi.

A pesar de ello, Sarkozy reiteró: “estamos decididos a obtener un marco que permita la imposición (fiscal) de actividades bancarias, y sea cual sea la decisión de nuestros socios, la pondremos en marcha”.

La idea no es compartida por ningún país emergente, que consideran que penalizaría a su sector bancario.

Una tasa sobre las transacciones financieras tampoco parece contar con gran unanimidad, aunque todos los participantes coinciden en acusar a la especulación de los mercados del origen de la crisis que los obligó a reunirse por primera vez hace dos años.

El debate sobre la reforma de la regulación financiera, y el refuerzo de los fondos propios de los bancos, será aplazado a la próxima cumbre, en Seúl, en noviembre.

Otro tema que debe ser resuelto en el seno del G20 es el incremento de poder de los países emergentes en el seno del FMI, que interesa particularmente a Brasil.

El G20 agrupa a Alemania, Canadá, Francia, Estados Unidos, Gran Bretaña, Italia, Japón y Rusia (países del G8) y a doce economías emergentes: Sudáfrica, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, China, Corea del Sur, India, Indonesia, México, Turquía y Unión Europea.

AFP