El gol es el clímax del fútbol. El gol es cada vez menos frecuente en la vida moderna. Hace medio siglo, era raro que un partido terminara sin goles: 0 a 0. Antes, los 11 jugadores tiraban seguidamente a las bocas abiertas de en frente. A veces el balón iba con tanta fuerza que pegaba en los maderos y volaban las astillas, literalmente. De tanto balonazo, era frecuente que las porterías se vencieran y cayeran, muchas veces sobre el portero.
A lo largo de los años, hay algo que no ha cambiado en este deporte. Cada que entra la bola en el arco se desata la locura. El gol, por muy bobo que sea, siempre será un prolongado gol de los aficionados.
El fútbol en Huajuapan de León, se ha jugado en forma organizada, desde los años ’63, ‘64 aproximadamente. Cada fin de semana la gente se reunía en el campo deportivo José Vasconcelos, donde hoy se encuentra ubicada la escuela secundaria Benito Juárez. Allí, el público aplaudía y disfrutaba del fútbol a menos de un metro de distancia de la cancha.
En 1963, 64, fue cuando Celestino Pérez Vargas, “El Oaxaco” o “El viejo” o “El Mono”, así se le conocía en el medio futbolístico, fue quien comenzó a darle vida a los primeros equipos de futbol en Huajuapan. Uno de ellos fue el Coca cola, que era financiado, en parte, por Roberto Velasco “El Torta”, y que más tarde a ese equipo se le llamó: “El Huajuapan”, además, fue el orgullo de la población.
Hace días, el maestro José Luis Cortés Carrizosa, “El Rata”, me mostró una serie de fotografías de cuando iniciaba este deporte en la ciudad. Ahí está él, “El Rata”, aún estaba en sexto de primaria, pero ya pertenecía al equipo Huajuapan. Ahí estaba también Rogelio Corro “El Tete”; Alejandro Luna; don Juan Ortiz “Chumba”; el doctor Alfredo Loranca; Miguel Mora; el doctor Federico Burgoa; Celestino Pérez Vargas, Salvador Villanueva; Flavio González Mendoza; Gerardo Pérez; César Corro Carrizosa; Aniceto Solano Barragán; Francisco Pérez y Gabriel, cuyos apellidos ni mote se recuerdan.
Hay una fotografía de la generación 66-68 de la escuela secundaria Benito Juárez, donde aparece el maestro Francisco Montes, al centro de los jugadores futbolistas. Parte de estos jovencitos, integraron también el equipo Huajuapan.
El grito de ¡Gooool!, es más sonoro que el grito de cualquier partido político o religioso. Las concentraciones que acarreaban los equipos como el Huajuapan o el Juventus, ya las hubiera querido cualquier personaje político en turno.
Supongo que Celestino Pérez Vargas, veía al futbol de los 60’s como un triste viaje del placer al deber. Triste porque no contaba con apoyos de ninguna especie. Todo lo hizo con su propio esfuerzo mientras vivió. Él nunca hizo de este deporte una industria o un negocio como hoy lo vive la ciudad. Los equipos jugaban por belleza, por alegría y porque les daba la gana.
El 3 mayo, se reunirá la mayoría de los jugadores que sembraron la semilla para que prosperara el fútbol, no sólo en la ciudad, sino en la región. 17 de ellos no estarán presentes pero se les honrará en ausencia. 37 de los pioneros, recibirán de sus mismos compañeros un reconocimiento a su labor futbolística.
La mayoría de los que estarán presentes, formaron parte del Huajuapan de Huajuapan y del Huajuapan de México. En cada uno de sus partidos, estos jugadores hacían maravillas: florituras, enroques, paredes, pases al hueco y muchos otros prodigios.
Me cuentan estos jugadores, cómo eran los encuentros de entonces: Los espectadores eran de una sola religión y no había ateos en los partidos. Eran tiempos en que se estrujaban los sombreros, susurraban plegarias y maldiciones, y de pronto se rompían las gargantas en una ovación y abrazos a desconocidos en el grito unido de ¡gooool!
Fueron tiempos en que eran pocos los protagonistas y muchos espectadores. En cambio hoy, se ha convertido en un negocio lucrativo, que no se organiza para jugar sino para impedir que se juegue.
El futbol de los 60’s: Horacio Corro Espinosa
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