De verdad que la imagen es un buen negocio. Cuando hay dos productos similares, dos candidatos, siempre habrá una gran competencia. Cuando hay dos rivales ubicados en el mismo terreno, el que tenga la mejor imagen va a hacer el preferido de la gente y, por lo tanto, va a hacer uso y consumo de él.
Un producto puede ser de muy mala calidad, pero cuando se le invierte en imagen su reputación crece, y si tiene popularidad, fácilmente se puede traducir en dinero.
La neta del planeta, yo no sé nada de fútbol. Lo único que sé, es que una bola se tiene que meter a patadas en una de las porterías. Ayer que fue el partido México-Croacia, me puse a verlo un rato, sólo para saber qué se sentía, y la verdad, no sentí nada extraordinario, es más, ni cuando metieron las tres bolas los mexicanos a la portería del contrincante.
Sé que este deporte a nivel mundial, es el más seguido, es el rey de los deportes por la gran cantidad de dinero que se maneja alrededor de éste. Mientras yo veía como se paseaban la bola de un lado a otro, me surgieron varias preguntas. ¿De verdad los futbolistas que juegan al fútbol, viven del fútbol? ¿O viven de la imagen pública del fútbol?
Futbolistas hay muchos, pero ídolos del fútbol, pocos. De estos pocos, la mayoría son idolatrados, aparecen en las portadas de las revistas, tras de ellos caminan guardaespaldas, usan ropa de marca, se casan con las mujeres físico atléticamente más dotadas y ganan mucho, mucho dinero. Supongo que ganan mucho más que el entrenador.
No lo sé de cierto pero lo supongo, que aparte del fútbol, ellos ganan de su imagen física. Sospecho que todo lo que usan encima de ellos lo cobran. Se comercializa la camiseta, los shorts, las calcetas, los zapatos y todo lo demás que se les pueda ocurrir. La gente aficionada a este deporte tiene sus ojos puestos sobre cada uno de los jugadores. Ellos son los más visibles, y todo lo que este personaje haga o use, a todo mundo se le va antojar llevarlo encima también.
Ahora, ¿alguien podría decirme dónde empieza el fútbol y dónde termina la publicidad? Con esto, no sé si a la gente le gusta realmente el fútbol o lo que le publicitan. Se me hace como la misma historia enredada varias veces: un montón de jugadores y un montón de marcas que buscan destacar como el mejor producto.
Ayer, me di cuenta de toda la imagen ambiental que había en la cancha donde jugaba México. Todo, absolutamente todo estaba comercializado. Cada espacio de la cancha, de las gradas, de los techos, estaba comercializado.
Toda la orilla de la cancha donde circulan los ojos de las cámaras de televisión o fotográficas, también estaba comercializada. Han de ser unos 200 metros lineales de publicidad electrónica entregados completitos a una sola marca. Esa publicidad no sólo se ve en vivo de la transmisión, sino en todas y cada una de las repeticiones así como en todos los programas y comentarios adicionales que se hacen al respecto de cada jugada.
Con el partido que sólo un rato vi ayer, menos ganas me dieron de ser aficionado. Durante el encuentro, en ningún momento sentí un estímulo a hacer deporte, sino al consumo.
Cada jugador es una figura, una imagen que vende todo: escudos, mascotas, banderas playeras, gorros, calzones, sombreros, impermeables y todo lo demás que esté dispuesto a ser comercializado.
Y me quedé con la duda. ¿Qué es lo que sigue la gente, la publicidad o el futbol?
El futbol a la medida: Horacio Corro Espinosa
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