El fuero de los de la Sección 22: Horacio Corro Espinosa

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10-horacio-corroHay cosas que de verdad enojan mucho, y a veces no se puede hacer nada.

Anoche me enteré más pronto que inmediatamente, que al carro de un amigo mío, le acababan de dar un trancazo. Le hablé para saber cómo se encontraba, y conforme me relataba la historia, sentí que la boca le sabía a trapo.

Me imagino que iba manejando, como siempre, muy contento, sobre la calle Antiguo camino a Coyotepec. Esto dentro del municipio de Xoxocotlán. Para más datos, frente al fraccionamiento el Paredón, cuando para su mala suerte, se le atravesaron en su camino dos animales.

Un Volchito rojo llegó a estamparse contra él. Mi cuate le tocó el claxon, le aceleró en neutral y nada, él escarabajo rojo siguió su camino como si sólo él existiera en este mundo. Rápidamente se bajó mi amigo y vio que parte de su auto había quedado como un auténtico chicharrón.

El manejador del volchito, desde el interior fingía no ver a mi amigo mientras éste le gritaba que se detuviera para que viera el daño que haya causado. Simplemente le valió. Aceleró el vehículo y viva México.

Afortunadamente, de esas rarezas que pasan a veces, la policía vial les dio alcance unas cuadras adelante. Sólo así pudieron detenerlos. Pero para hacerlos descender del vehículo fue otra historia.

Ahí fue cuando los policías se dieron cuenta que las dos personas tripulantes, iban en tercer grado de ebriedad.

El argumento de estos ebrios era lo siguiente: que no los podían obligar a descender porque se trataba de un vehículo oficial del departamento de Secundarias Técnicas del IEEPO. Y efectivamente, el vehículo está rotulado en sus costados con esa leyenda.

Otro de sus argumentos era que no los podían detener ya que tenían fuero por pertenecer a la sección 22.

A esa hora, 9:30 de la noche aproximadamente, mucha gente de Villa Xoxo, comenzó a salir de sus casas ante tanto escándalo de estos briagos, que presumían ser muy influyentes.

Al fin salieron del vehículo, pero para amenazar y gritarle a los policías que eran hijos de Peña Nieto e hijos del sistema.

Mientras estos maestros agredían verbalmente a los policías, marcaban a alguien desde su teléfono celular, para pedir refuerzos, supongo. Ya saben cómo son de montoneros esos profes.

Enseguida llegó una grúa y echó arriba el vehículo con todo y placas TLA-17-25 del estado de Oaxaca. Entonces sí, estos trabajadores del IEEPO, se pusieron tan enojados y agresivos, que los elementos policiacos tuvieron que llevárselos detenidos.

Y efectivamente, resultaron ser maestros de la sección 22. El conductor, de nombre Jesús Círigo Santos, de 58 años de edad, y su acompañante Reyes o River Sánchez Rodríguez de 44 años. Este último fue detenido por agresión a la autoridad, alterar el orden público y obstruir las labores de la autoridad.

¿Qué cuánto tiempo van a estar detenidos? Un ratito supongo, porque si son tan influyentes, sus amigos de la 22, los tendrán que rescatar, con pago o sin pago de daños, ya saben ustedes que ellos son los que mandan en esta entidad.

Desde luego que mi amigo se quedó tragando bilis. Ni modo que el chistecito lo hubiera dejado azucarado ¿no?

Ojalá que la compostura de su vehículo, no le salga al equivalente de una intervención quirúrgica.

 

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