“De vez en cuando di la verdad para que te crean cuando miente”
-Jules Renard
La semana pasado los más importantes líderes mundiales se reunieron en Nueva York, en la Sede de las Naciones Unidas, donde se discutieron los temas supuestamente más importantes y urgente en la agenda política y social global.
El Presidente Enrique Peña Nieto hablo frente al pleno de la Organización de las Naciones Unidas en dos ocasiones. La 1era el 27 de septiembre en la sesión plenaria de la Cumbre para la adopción de la Agenda 2030. La segunda durante el debate General de la 70ª Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, en la cual sorpresivamente centró tu discurso sobre tres ejes: El respeto a los Derechos Humanos en México, los Liderazgos Populistas y en menor grado, la preocupante situación de los migrantes alrededor del mundo.
Peña Nieto comenzó su intervención hablando del envidiable estado de los Derechos Humanos en nuestro país. Donde según el jefe del ejecutivo todo es miel sobre hojuelas. Nada de desapariciones, de crímenes impunes, de secuestros, de complicidad del estado y las fuerzas militares y de seguridad en estas situaciones. Nada de Ayotzinapa, nada de Tlataya, nada de nada.
Incluso la cadena árabe Al Jazeera a través de su canal AJ+ cuestionó las afirmaciones de Peña Nieto, recodando los incidentes y escándalos, “El Elefante de la Habitación” llamo a las incongruentes declaraciones de nuestro presidente. Y es que es tan evidente la crisis de Derechos Humanos en nuestro país que hasta del otro lado del mundo lo saben.
En su intervención también abordó el tema de los liderazgos populistas, los cuales según él, han encontrado caldo de cultivo en la desigualdad y la crisis económica, calificándolos como proveedores de odio y rencor en las sociedades, con el fin de cumplir ambiciones personales. Lo que muchos interpretaron como una indirecta a Donald Trump y su actuación durante las elecciones primarias del partido republicano en las elecciones de EUA, la cual ha sido caracterizada por sembrar un discurso en contra de los migrantes. Pero quizá fue más una clara referencia a Andrés Manuel López Obrador. El Presidente dejo entrever su interés y de su partido por detener el aumento en las preferencias del Tabasqueño quien comanda MORENA y se ve como un fuerte competidor para la sucesión presidencial de 2018.
E independientemente de la equivocación al intentar pronunciar “Multilateralismo” (¿En serio Enrique? ¿Otra vez?), lo que provoco una lluvia de memes y burlas en medios digitales y redes sociales, lo que es en verdad de llamar la atención es que nuestro presidente haya abordado esos temas.
Al parecer, la estrategia mediática (y de gobierno) del EPN se basa en proteger a toda costa la imagen presidencial y de su gabinete, repitiendo fantasías, sin una pizca de autocrítica ni de voluntad de intentar resolver los problemas de frente. Puro “estamos bien, pero muchos no lo reconocen”, excusas, políticas públicas y cifras maquilladas, y lo que es aún más grave, en muchísimas ocasiones solo silencio desde los Pinos. Lo que también es más que evidente es que para el Priismo, ahora otra vez en el poder, la lógica es de una estado de “elección constante”, y desde Presidencia piensan más en el proceso electoral de 2018 y en golpear a sus contrincantes más fuertes (esos populistas tan peligrosos) y aprovechar cualquier tribuna para hacerlo, aunque sea en la ONU.
¿Qué no acaso un gran líder es aquel que inspira? ¿Aquel que con sus palabras y acciones da esperanza y motiva acciones y cambios? No es un gran líder el que frente a tribunas de tal envergadura hablan de las cosas realmente significantes, como lo hizo Múgica, Obama, o más recientemente el Papa Francisco, quienes independientemente de las creencias e ideologías de quienes los escuchen o lean, lograr poner en la mesa ideas que nos hacen reflexionar y debatir, que nos inspiran y mueven, que son compartidas en la vida cotidiana, polemizando alrededor de ellas y se convierten en contenidos motivadores en Redes Sociales y son vistas una y otra vez, como momentos que realmente hay que entender. Vaya, incluso hay líderes como Putin o Netanyahu que no tienen ese carisma del que hablo, pero al menos son temidos y respetados.
Donde están los grandes consultores políticos, de imagen, estrategas en nuestro gobierno federal que no se dan cuenta que logrando que cualquier líder inspire a la gente, se atreva a hablar de cosas que otros callan y se arriesgue a ser criticado, tendrán mayor aceptación de la población e incluso, siendo radicalmente utilitarios, abonará a los intereses personales de retención del poder de a quienes asesoran.
Parece que a nuestros jefes de estado mexicanos lo único que se comparte de ellos son sus pifias al expresarse y sus contradictorias declaraciones; parece que sus equipos y asesores aún no pierden la noción de que todo es atacar al contrario y negar cualquier error. Me pregunto que habrán dicho los integrantes el equipo del presidente al ver las noticias acerca de las intervenciones de EPN. ¿Realmente pensarán que la visita a Nueva York fue un éxito? ¿Qué su discurso fue una acierto para la imagen de México y del Presidente de la República? ¿Estarán satisfechos? Cada vez creo más que a esta administración no le importa mucho todo esto. La cosa es terminar el sexenio y asegurar el próximo.
Esto fue lo que nuestro presidente decidió pronunciar ante 180 jefes de estado y de gobierno, al tener la oportunidad de estar en la que es, quizá, la más importante tribuna del Mundo. Si, Peña Nieto y su equipo decidieron que mandar indirectas a enemigos electorales, tratar de cubrir la injustificable crisis de Derechos Humanos y estar a favor de una política pro migrantes serían los temas más relevantes, los que harían ver bien a nuestro presidente y a nuestro país. Suerte que no presumió las políticas anticorrupción de su administración, la broma hubiera sido ya de demasiado mal gusto. O a lo mejor se la guardaron para otro momento, si yo creo que es eso……
@Pachecoperal
