Una investigación de cuatro años conducida por diversas agencias federales acabó este miércoles con el despliegue de más de 800 agentes a las cinco de la madrugada en las calles del Este de Los Ángeles, en una de las mayores operaciones recientes contra la llamada Mafia Mexicana. 28 personas fueron detenidas en las calles del barrio de Boyle Heights, más otras siete que ya se encontraban en prisión. El FBI busca aún a seis fugitivos en relación con el caso, que describe cómo han operado estos grupos chicanos desde los años 60.
Los detenidos son miembros de una banda llamada los Hazard (peligro). Llevan medio siglo operando en una zona del Este de Los Ángeles llamada Ramona Gardens, y organizada en su día alrededor de los bloques de viviendas sociales construidos en este antiguo suburbio de trabajadores mexicanos con una fuerte identidad latina. Se trata de una mafia de barrio con tanta solera que hay “generaciones” entre sus miembros. “Tenemos hijos, padres y abuelos en la pandilla”, aseguró el capitán de la Policía de la ciudad Martín Baeza. La operación fue bautizada por los agentes como Resident Evil, porque buscaban el mal en una comunidad de residentes.
La acusación de la Fiscalía, 110 páginas hechas públicas el miércoles, describe la forma de operar de los Hazard durante décadas en su barrio. Marcan su territorio a través de graffitis (tags) en las calles sobre las que reclaman autoridad. Allí se dedican al tráfico de drogas y a la extorsión. Los cargos contra los detenidos este miércoles, bajo las leyes especiales antimafia (RICO), pueden suponer un mínimo de 10 años en prisión, hasta la cadena perpetua.
Los Hazard pueden hacer negocios en su barrio porque se lo permite la Mafia Mexicana de las prisiones de California. Esta organización criminal surgió en los años 60 dentro de las prisiones del Estado para proteger a los mexicanos encarcelados de otros grupos étnicos. La Mafia Mexicana cobra a bandas como los Hazard un “impuesto” de sus actividades y a cambio garantiza su protección en prisión, según explican los investigadores. Esta mafia recibe a su vez dos nombres. En el norte de California son conocidos como Nuestra Familia, mientras en el sur son Sureños. Organizaciones como los Hazard, 28 de cuyos miembros fueron detenidos el miércoles, operan bajo el paraguas de esta mafia.
“Cuando te presentas como la autoridad de los impuestos, vas a llamar la atención de la Oficina de Recaudación”, dijo en rueda de prensa Erick Martínez, agente especial del IRS (Oficina de Recaudación Federal). Así se presentaba Manuel Larry Jackson, conocido como Cricket, y el personaje que según los investigadores es el centro de este operativo. Jackson es el líder de los Hazard y había llegado a formar parte de la Mafia Mexicana. Cumplió prisión de la que salió en 2007 y volvió a la cárcel en 2013 tras un incidente a tiros en medio de una autopista por otro asunto de drogas.
Los Hazard son una pandilla tan antigua que hay “hijos, padres y abuelos” dentro de ella
El hecho de que los máximos líderes de la banda pertenecieran también a la mafia carcelaria había otorgado un estatus especial a los Hazard. “Debido al poder de Jackson como miembro de la Mafia Mexicana y su conexión con los Hazard, los miembros y socios de los Hazard tenían una autoridad especial para llevar a cabo actividades criminales, como la venta de drogas y armas fuera de su territorio sin el riesgo de represalias violentas que los miembros de bandas latinas normalmente sufrirían si hacen estas cosas en territorios de otras bandas”, dice el escrito de la Fiscalía. El FBI calcula que la banda está compuesta por unos 350 miembros, por lo que la Fiscalía no puede asegurar que no sigan operativos tras las detenciones.
En la rueda de prensa en las oficinas del Gobierno federal en Los Ángeles, la Fiscalía y el FBI mostraron también algunas de las armas incautadas a la banda de los Hazard. Entre ellas, una Magnum 44, como la de Clint Eastwood en Harry el Sucio, un fusil Norinco 320 de fabricación china, un rifle Winchester, un bolígrafo-pistola calibre 22 y diversas pistolas y revólveres.
La operación de este miércoles no está relacionada con la llevada a cabo por el FBI en el barrio de los mayoristas latinos de ropa en el centro de Los Ángeles el pasado septiembre, en la que se incautaron de 65 millones de dólares del lavado de dinero del cartel de Sinaloa.
El País
