No puede haber otra conducta política que aquella que se enfoque en defender los intereses del Estado, propiciando siempre el bien común. En Oaxaca, con hondo dolor de lo que se puede hablar es de la ausencia de un sistema educativo de calidad, llegando al desquiciamiento total en materia educativa, que toca intereses que no conllevan a mejorar y desarrollar la educación en Oaxaca, parece ser que el estado de calidad actual en el que se encuentra nuestro sistema educativo, solo sirve para satisfacer interés personales; quienes no toman en cuenta el bienestar educativo de nuestra sociedad.
Un buen gobierno es aquel que logra distinguir el quehacer político entre el bien común y el orden público. Que conozca y sienta los problemas de su sociedad, para concebir las mejores respuestas y soluciones, el contexto y la diversidad ideológica son complejas en nuestro estado, y la única manera de volverla unidad es con diálogo y debate, la tolerancia y el respeto deben ser las bases para el cambio y no la violencia impulsada por apetitos personales.
El estado debe contar con instituciones fuertes que garanticen estabilidad y desarrollo, porque el futuro de nuestro estado y nación será fruto de lo que nosotros en este momento hagamos.
Se trata de una decisión histórica, correcta e inaplazable la reforma al IEEPO porque durante muchos años la relación laboral se descompuso, donde el sindicato se convirtió en patrón y el patrón desapareció.
En la educación debemos encontrar la base sólida para construir el Oaxaca que todos queremos, porque la única herramienta para cambiar el mundo será la educación de calidad, y esta no debe estar secuestrada por caprichos de ninguna sector o persona. Debemos apostar a mejorar y elevar la calidad educativa en Oaxaca, que sus funciones rebase cualquier interés partidista en la búsqueda del bien superior de México.
El día de ayer fue publicado en el Periódico Oficial del Estado de Oaxaca, un Decreto que reforma el fundamento que el 23 de mayo de 1992, dio origen a la creación de Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca, mejor conocido como IEEPO. Con la finalidad de recobrar y fortalecer la rectoría educativa en el estado, para bien del Pueblo de Oaxaca.
Esto da paso a la creación de un nuevo Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca, que como organismo descentralizado de la Administración Pública Estatal, tendrá personalidad jurídica, patrimonio propio y autonomía de gestión. Cuya misión será garantizar la aplicación de nuestra herencia educativa plasmada en los artículos 3o y 73 de la Constitución Política y la Ley General de educación.
El actuar de un gobierno debe apegarse al principio de subsidiariedad con responsabilidad, favoreciendo y fortaleciendo el estado de derecho.
La reforma educativa es una realidad que se concreta en cada acción con paso firme y sin retroceder, porque la educación debe ser el principio sagrado en el que descansa la libertad y el engrandecimiento de nuestro pueblo -como señala Juárez-.
El decreto del día 20 de julio señala que tendrá las funciones que le otorgan la ley general de educación y la ley general del Servicio Profesional Docente. Y será un organismo sectorizado a la gubernatura.
Sigue contemplando como órganos de autoridad la Junta Directiva, como órgano de gobierno; y al Director General como órgano de dirección y administración.
La junta directiva estará integrada por el gobernador y los secretarios de: general de gobierno, finanzas, salud, administración, desarrollo social y humano, de las culturas y las artes, además del representante de la SEP y un Comisario que será el titular de la secretaría de la contraloría.
Entre sus facultades, otorgadas por el decreto del 2015, están las de aprobar políticas y programas generales; analizar y aprobar el informe del director; aprobar la estructura orgánica, aprobando el nombramiento de todo el personal que labora para esta institución.
El director general será nombrado por el gobernador del estado. Según el Segundo Transitorio el gobernador nombrará al titular de la dirección general a más tardar tres días después de la publicación del decreto. Sus facultades son las propias de un director de un organismo descentralizado: cumplir y hacer cumplir los acuerdos emanados por la Junta de Gobierno; emitir nombramientos, representar al instituto y organizar las relaciones públicas; diseñar y aplicar los instrumentos de evaluación que se consideren necesarios para garantizar la calidad de la educación.
Este cambio debe contribuir y enriquecer el ideario educativo, con eficiencia y transparencia en su actuar como dependencia. Su prioridad debe ser el cabal cumplimento a la demanda educativa de nuestro estado, para lograr una educación de calidad que se vea reflejada no solo en las aulas de clases sino en toda su estructura administrativa.