El Presidente, Enrique Peña Nieto, sostuvo una reunión con jóvenes promesas que han destacado por su aprovechamiento en la academia, utilizando la herramienta más útil para abrirse camino: la educación. Destacaron en ese acto los esfuerzos realizados por la maestra Tania Eulalia Martínez Cruz, egresada de la Universidad de Chapingo que, con una beca Fullbright, hizo su maestría en la Universidad de Arizona para posteriormente, marchar a Camboya y Tailandia para continuar estudiando.
Más tarde, ingresó a la Universidad de Wageningen (Wageningen University and Research Centre), Holanda, para cursar el doctorado becada por CONACYT. “Soy un ejemplo de la inversión en educación pública”, afirmó.
Tania es originaria de un pueblo mixe de la Sierra oaxaqueña y la primera becaria indígena del programa Fulbright en México, gracias a los programas de COMEXUS pudo hacer estudios superiores en Estados Unidos, Asia y Europa.
Durante la ceremonia de premiación a talentos como Tania, el presidente Peña, los invitó a no rendirse, “a rechazar los programas y sistemas que no sirvan”.
Tania, en efecto, representa ese ejemplo que debe seguirse para abrir puertas, para avanzar y para ganar. Ciertamente, ella aprendió a ser triunfadora porque aprovechó programas y sistemas que sí funcionan.
Al respecto, hay una anécdota del Mariscal Josip Broz Tito, considerado el padre de la Yugoslavia Socialista y Multiétnica que, durante 40 años de liderazgo, supo ejercer el papel que su destino le trazó aprovechando las circunstancias y las oportunidades para ser un líder mundial y la cabeza de los Países No Alineados. Líder que no titubeó para romper con Stalin y el socialismo soviético.
Al haber sido Invitado por el presidente, Adolfo López Mateos a México, Tito recorrió el territorio y aprovecho para hacer un comentario: “Si Yugoslavia tuviera un kilómetro de frontera con Estados Unidos seriamos el país más poderoso de Europa”.
La cita es oportuna porque ilustra cómo el ser humano puede y debe aprovechar las oportunidades para que su talento se desarrolle a plenitud. Tania, la maestra mixe, con razón, citaba a Nelson Mandela al recordar sus palabras: “La educación es el arma más poderosa para cambiar el mundo”. Ella lo está cambiando con su ejemplo.
He mencionado a Tito, porque el mariscal yugoslavo supo romper esquemas y programas a tiempo para unir después con un fin primordial: el bienestar de su pueblo.
La invitación presidencial está abierta; “hay que hacer a un lado lo que no sirva”, afirmó el presidente mexicano. Tal es el caso de los programas y estructura del sistema deportivo mexicano. Tomémoslo la palabra a Enrique Peña Nieto.
Nuestro país, por ejemplo, es el que más dinero invierte y gasta en el deporte. Siete veces más que Panamá, 10 veces más que Guatemala y 14 veces más que Puerto Rico (Cristina Sánchez Reyes, El Economista, 2014). En el año del 2013; 7,179 millones de pesos fueron destinados a la CONADE los cuales superaron en mucho el top 10 del medallero de los juegos centroamericanos y del Caribe.
Aun así, con el dineral que se destina a la CONADE y a las federaciones paralelas al organismo, los últimos resultados en los Juegos Olímpicos De Río, son realmente lamentables.
Alfredo Castillo, titular de CONADE, ante el panorama desolador y lamentable desempeño de los deportistas mexicanos en la justa olímpica declaró algo que ha pegado como latigazo: “La CONADE es solo una agencia de viajes”; las federaciones se despachan solas y ni siquiera consultan. Reciben el dinero y ellas deciden todo”.
Pues bonita está la situación con los dineros de la nación que engañada todavía se anima en cada justa deportiva, ignorando lo que realmente sucede con sus impuestos.
Ante todo esto, hay que tomarle la palabra al presidente Peña Nieto, y desechar lo que no sirve, sean estos programas, sistemas, federaciones, Comisión Nacional del Deporte y, por supuesto, los directivos que se han aprovechado de las arcas destinadas a la disciplina y no al turismo que con medalla de oro practican.
En estos momentos, a la primera mitad de los juegos olímpicos de Río, surgen lastimosas realidades de un sistema deportivo dañado hasta el tuétano, toda vez que los deportistas mexicanos no han hecho sino el ridículo y no la competencia.
Por eso creo que la tan llevada Reforma Educativa, tan injuriada y repudiada por la CNTE y sus adláteres; debería incluir, aparte de la preparación académica profunda y de alta calidad; la actividad deportiva con sistemas deportivos de países altamente desarrollados y como parte primordial de la formación cultural del alumnado; implantando sistemas deportivos honestos, limpios y no corruptos para llegar a ser como Tania o los maravillosos niños mixes que, alejados de la corrupción de las federaciones deportivas, del Comité Olímpico Mexicano y de la CONADE; en cada juego y sin zapatos de marca, triunfan porque son auténticos atletas.