Seguramente han escuchado ustedes, que más del 80% podemos ser portadores del coronavirus sin ningún problema, sin embargo, el 20% restante, resultará bastante afectado.
Pero por qué sucede esto. Esto no es más que el desequilibrio de la salud, y llegará irremediablemente a lugares donde haya un deterioro del organismo humano. Eso es la ausencia de salud.
En estos días del coronavirus, donde se han confirmado oficialmente hasta ayer 9 de abril, 3,441 casos y 194 decesos, se pueden encontrar en las redes sociales un montón de recetas para curar este mal. Puede ser que alguna de ellas verdaderamente sirva para tal fin.
Lo cierto es que, a pesar de todas estas recetas, el número de muertos a causa del COVID-19 sigue aumentando día a día.
Entonces, ¿por qué a unos sí, y por qué a otros no les afecta?
Las recomendaciones principales para detener el coronavirus, es lavarse las manos, no tocarte la cara, y en fin. Además, dentro de las recomendaciones, está el comer sanamente con frutas y verduras.
Vamos a suponer que tú consumes principalmente frutas y verduras, y a pesar de ellas, no puedes curarte de esa enfermedad crónica diagnosticada como incurable.
Las personas adultas, arriba de los 50 años, se habrán dado cuenta que antes no existían las enfermedades de hoy tan comunes, pero no se dan cuenta o no han investigado la razón de ese problema de salud.
A partir de que comenzaron a fertilizarse las tierras para una mayor producción, al mismo tiempo comenzaron los problemas físicos, pues lo que hace la fertilización a la tierra, es matar al cloruro de magnesio. Podemos consumir toneladas y toneladas de productos directos de la tierra, pero estos no traen el elemento principal que requiere el cuerpo: el cloruro de magnesio.
Aunque no lo quieras creer, nuestro cuerpo está hecho de tierra, y como tal, necesitamos comer lo que produce la tierra. Con esto queda claro que no venimos de otro planeta ni venimos del chango. Simplemente somos productos de la tierra, y si no consumimos el cloruro de magnesio, estamos fritos, estamos listos para recibir cualquier tipo de enfermedad, y debemos olvidarnos de todas aquellas leyendas familiares: de que como mi abuelo o mis padres tuvieron tales enfermedades, yo también soy heredero de las mismas. Esas cosas debes olvidarlas.
Lo que intento con este comentrio, es más o menos solucionar lo más preciado que tenemos: nuestra salud. Hay que tener en cuenta que la salud se ha convertido en un gran negocio. Para ser exactos, es el negocio más grande jamás conocido de la humanidad, pues todo el mundo, antes o después, será un “cliente”, y hará lo que sea con tal de recuperar su salud cuando esté en peligro.
Conozco muchas familias, entre ellas la mía, que tenemos muchos años consumiendo el cloruro de magnesio, y hasta la fecha no sabemos lo que es una gripa ni ninguna otra enfermedad. De ese tamaño es la riqueza de este insignificante producto que ha tratado de esconder la industria farmacéutica para que siga creciendo económicamente a costa del dolor humano.
El cloruro de magnesio no lo vas a conseguir en ninguna farmacia. Si quieres adquirirlo, comunícate conmigo.
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