Los diputados eligieron el martes como presidente del gobierno al conservador Mariano Rajoy, que asumirá sus funciones el miércoles para poner en marcha rápidamente un nuevo plan de austeridad y reformas destinadas a tranquilizar a los mercados.
“Yo sé que las cosas no están fáciles, que van a ser difíciles, pero tengo ganas, tengo ilusión y tengo determinación para llevar a España adelante”, proclamó el futuro presidente del gobierno tras el voto. “Un gobierno puede lo que puede y lo que es evidente es que un gobierno no lo puede absolutamente todo”, advirtió.
Mariano Rajoy, de 56 años, fue elegido como se esperaba por 187 votos sobre un total de 350 diputados, tras la amplia victoria de su formación, el Partido Popular, en las elecciones del 20 de noviembre pasado que le dio mayoría absoluta en el Parlamento.
Un total de 149 diputados, entre los cuales los del Partido Socialista, en el poder desde 2004, votaron en contra y 14 se abstuvieron.
El nuevo jefe del ejecutivo prestará juramento el miércoles ante el rey Juan Carlos, antes de anunciar la composición del gobierno, que entrará en funciones el jueves.
Durante el debate de investidura en el Parlamento, Rajoy anunció el lunes recortes de al menos 16.500 millones para 2012 en el sector público para intentar paliar el déficit del país.
Los detalles de su programa eran muy esperados en los mercados, después que España registrara en los últimos meses varios episodios de turbulencias en plena crisis de la deuda de la Eurozona.
El país asiste a un crecimiento nulo, que amenaza con transformarse en recesión a inicios del 2012, y el nuevo gobierno se fijó como prioridad la reducción de su déficit público.
El objetivo de una reducción del déficit al 6% del PIB en 2011, después del 9,3% en 2010, podría no ser alcanzado, advirtió el nuevo presidente del gobierno español.
Una vez que asuma el nuevo gobierno, el jueves, el Consejo de Ministros aprobará el 30 de diciembre las primeras medidas de urgencia.
Entre sus primeros pasos, el gobierno de derecha hará votar en enero una ley de estabilidad presupuestaria, que completará la reforma de la “regla de oro” aprobada en septiembre en España, que introduce en su Constitución el principio de equilibrio presupuestario.
Mariano Rajoy también adoptará en el primer trimestre “una modernización de la legislación laboral” para hacer frente a la mayor debilidad de la economía española: una tasa de desempleo de 21,52%, un récord entre los países industrializados.
AFP